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29 de enero de 2009

Una de cine

Ya estaba con ganas de estallar con la vena de cine y volver a hacer recuento con lo mejor y lo peor del cine del año pasado ahora que tenemos los Goya aquí!!:

LO MEJOR
Made in Spain
Camino: sin duda alguna, la cinta de Javier Fesser es la más emotiva, desgarradora y arriesgada del año. Con una revelación como Nerea Camacho y unas interpretaciones de lujo como la de Carmen Elías o Mariano Venancio (sin olvidar una impecable Manuela Vellés en uno de los personajes más significativos. Porque es una historia preciosa, porque no juzga con lo fácil que estaba, por el doble juego que emprenden en la narración, porque la fe duele, porque quien te quiere te hará daño, por la pureza y a la vez el atrevimiento, porque es una película redonda (en el sentido más positivo del término). Se merece el Goya a mejor película, y si hubiera optado al Oscar lo mismo ahora estaríamos expectantes.
Mención especial a la touching (no encuentro adjetivos en español) Una palabra tuya.


Outsider
Revolutionary Road: Y no me dolerá la boca de decirlo, pero si hay algo grande que nos ha dejado 2008, aunque aquí hayamos tenido que esperar más de la cuenta, es la nueva obra maestra de Sam Mendes. Será que yo soy un simple o qué sé yo... pero de nuevo nos encontramos con una película de desengaos, estructura circular, interpretaciones inabarcables y guión de dejar sin respiración. Ah, y por sus secundarios, por la tragedia y por el tema tan polémico que toca, aunque sea secundario. Y de nuevo, porque se carga la idea de Sueño Americano...
Mención especial al regreso de Eastwood tras las cámaras con El intercambio y a La boda de Rachel.


LO PEOR
Made in Spain
Rh+:El vampiro de Sevilla: vale, acepto críticas de vuestra parte. ¿Quién me manda meterme en una película de animación con este título? Creo que la única vez que he abandonado la sala en medio de la proyección (en la que estaba sólo yo...). Un bodrio, mala la animación, el guión, el doblaje, un sentido del humor zafio y de vergüenza ajena. No recuerdo demasiado: mezclaban vampiros y extraterrestres, Transilvania con Sevilla y Nueva York, churras con merinos... execrable.
Mención especial para la decepcionante El patio de mi cárcel...


Outsider
Bella: Tras esa fachada preciosista que se respira en el cartel, de EEUU descubrimos que también pueden venir truños moralizantes (muchos la han llamado la antiCamino o antiJuno). A los que defienden este panfleto animado les animaría a ver la mejor película rumana que se ha hecho hasta la fecha, 4 meses, 3 semanas, 2 días. Porque todo tiene dos caras, y el mensaje antiaborto-las cosas pueden salir bien con fe y el amor de dios si nos lo proponemos tiene su reverso negativo. Y es que si hay es algo que no aguanto cuando voy al cine es que me vendan ideas contrarias a mi perspectiva del mundo. El cine puede entretener, denunciar, incluso ilustrar sobre algunos temas de gran calado moral, pero nunca debe decirnos lo que hacer. El cine ofrece propuestas y visiones, nunca respuestas. Y menos tan descaradas. Por eso, una película que podría haber sido buena, cualquier indie más, pierde fuelle con su mensaje antiabortista y procatólico.
Mención especial al regreso de Indiana Jones ¬¬ y a la insufrible (por las interpretaciones?) El incidente.

24 de enero de 2009

La mejor película del año

REVOLUTIONARY ROAD


Es curioso lo mitómano que he llegado a ser. Sigo cada proyecto de Sam Mendes con auténtica devoción desde su aclamadísima opera prima, American beauty. También es curioso que esta película me haya recordado a Antes del amanecer o a Hacia rutas salvajes, donde personas jóvenes se plantean la vida, sus sueños, la posibilidad de cabiar un destino a priori marcado a fuego. April quiere ser actriz; Frank querría volver a París. Se conocen en una fiesta y la conexión es automática. Se casan y pasan a convertirse en una de las tantas parejas de clase media que viven a las afueras con sus hijos y vecinos encantadores, pero sus sueños se diluyen como el hielo en un vaso de whisky hasta el borde(guiño guiño).

El día a día es agotador, tedioso, gris… Paulatinamente se pierden la pasión y las aspiraciones, pero un día April decide tomar las riendas de la situación y propone llevar a cabo no su sueño, sino el de su marido: irse a París. Resulta familiar la película, que podría formar perfectamente un díptico junto a la citada Belleza americana. La historia trascurre en un suburb (barrio residencial de las afueras), con una pareja que parece romperse con el paso del tiempo y los reproches guardados… y también nos remite a American beauty la partitura compuesta por Thomas Newman.

¿Qué decir de los actores? No hay palabras para describirlo. Nos guste o no reconocerlo, Titanic se trataba de una película espléndida, pero de aquello hace ya 10 años. DiCaprio y Winslet ofrecen sus mejores interpretaciones hasta la fecha (que ya es decir…) gracias al buen hacer del director y marido de Kate Winslet, que está curtido en teatro y sabe sacar lo mejor de sus actores. Estos van de la interpretación más comedida, reprimida, a momentos desgarradores y exaltantes. La pantalla parece vibrar cada vez que aparecen juntos en escena. Cierto es que la película adolece de cierto ritmo irregular, pero se puede obviar gracias a un tramo final impresionantemente bien contado, interpretado y escrito. Porque eso es otra: el guión es una maravilla.

Desde ese prólogo en el que se nos dan a conocer los personajes sabemos que estamos ante una cinta excelente, pero una premisa en principio tan simple se desarrolla in crescendo hasta, como ya he dicho, un desenlace desgarrador en cada secuencia. A que la película funcione en conjunto ayuda un magnífico plantel de secundarios, entre los que destacan Michael Shannon o Kathy Bates. Si esperábamos los toques de humor que aparecían en sus anteriores películas, hay que admitir que Revolutionary Road es todo un drama, un golpe directo al hígado del espectador a través del cual se nos da la ocasión de reflexionar sobre diversos temas en una sociedad, la de los años 50, que acaba absorbiendo a nuestros protagonistas hasta deshacerlos y convertirlos en lo que nunca quisieron ser.

Revolutionary Road es de las mejores películas que se han rodado en 2008, me atrevería a decir que con las mejores interpretaciones del año. Una película que no deja indiferente, una película en la que una sola gota es capaz de significar un mundo, en la que los estallidos de las personas encierran la respuesta a las preguntas que no se hicieron. Y es que ¿cuál es el camino a seguir? ¿A dónde nos lleva esa vía revolucionaria? ¿Es posible escapar al destino? Sam Mendes nos lo deja claro en esta obra maestra. Y sólo queda indignarme por cómo la Academia ha hecho el vacío a Sam Mendes con una de las películas más cautivadoras, mejor interpretadas y desarrolladas de toda la década.

Nota: 10!!!

20 de enero de 2009

Un año después

No he cerrado el blog, pero tampoco me ha tocado la lotería. Hace ya dos años me llamaron para decirme: Jose, has ganado el Certamen de PAPEL por tu novela Si llueve.... Estaba en Granada, en un piso más bonito y más viejo que éste. Ahora el más viejo soy yo, más viejo y más quejica y decadente. Pero he mantenido la promesa de volver justo un año después por aquí.
________Sigo a saco con los escritores andaluces; esta vez he tenido que crear un foro nuevo por miedo a que se desmorone nada. Hace 2 días estaba destrozado sin explicármelo, y hoy estoy machacado pero me lo explico: anoche no me tomé la medicación para hoy no estar dormido y poder ir a clase a las nueve, pero lo que he conseguido ha sido toda una noche en vela y un dolor de cabeza consecuencia directa del insomnio...
________Pero la cosa iba de comparar, de hablar de evolución, de lo que se mantiene igual... naturalmente, están las obviedades que ni siquiera voy a comentar. Hace exactamente un año y un día (el 29 de febrero) escribía este post desde un sofá a rayas, en una habitación con el suelo enmoquetado de verde, rodeada de gente a la que aprendí a querer, y a la que le iba contando cuanto comentaba aquí. Joder, lo que echo de menos a David, Sheila, Iñaki y Claudia... y el miedo que tengo.
________Me he vuelto un cagado de la hostia, lo reconozco, pero hace un año las cosas eran muy distintas. Al fin, pues, puedo decir que no me mira nadie al otro lado de la cama pero que las sábanas permanecen arrugadas como si hubieran sobrevivido a un cataclismo extremo; dentro de unas horas voy a recoger mi primera acreditación de prensa para cubrir un festival de cine en Granada. Ahora toca hacer averiguaciones sobre el año que viene: ¿qué tal en un cuarto pequeño con el suelo entarimado y una ventana grande por la que corre la lluvia invitándome a ver otro de Perdidos, ¿para qué salir si estamos de erasmus? No vale la pena ir a clase. Lo mismo perdido por una rubia de piernas y brazos infinitos que se hacen laberintos en torno a mí. Quién sabe, hace tanto que no soy el mismo... Voy a dormir 20 minutos, hasta luego.


...entonces, y esto no cambia, me compraría una casa con porche y te secuestraría hasta que te pudiera el síndrome de Estocolmo...

Another empty body


Porque mientras la Paillard terminaba de devorar su entraña mecánica como una parca industriosa y en aquel mudo corazón se agolpaban emociones tan antiguas como el mundo y la sucia fábula que lo nombra, Kurt penetraba al fin en ese minuto pavoroso en que todo hombre debe rendir cuentas con la eternidad o con la pura nada, ese minuto después del cual ya sólo queda la experiencia de la carne, la vieja carcasa una y mil veces herida por el clima, la terca carne nacida para la ternura y, sin embargo, siempre condenada al sufrimiento, la innoble encarnadura llevada de aquí para allá como un traje antiguo y caduco, pero por eso mismo tan cómodo; sí, el viejo cuerpo, la piel vieja, el yo levantado sobre el cimiento de las células y de los tendones y de los huesos, el viejo armazón lleno de heridas y de cicatrices y de quemaduras que conforman la auténtica memoria del tiempo, la vieja prosa de la carne profanada y agredida y mancillada y aun así transformada en salve o en aleluya o en hosanna, la vieja y siempre cálida sustancia sobre la que se sustenta el mundo afanoso y violento y aterrador; sí, sólo eso, unos cuantos centímetros de piel cubriendo un corazón fatigado que decidió pararse en la temprana edad de treinta y un años, un corazón que perteneció a un sastre que fue organista que fue amante hijo que fue soldado de un ejército de leyenda que fue espectador de hecatombes que fue hombre sin sensibilidad que fue piloto en el Atlántico que fue guardián de los muertos que fue aspirante a padre que fue extranjero entre los suyos y apátrida en todas partes para al fin venir a ser, otra vez, sólo y ya para siempre, la carne de Kurt.

La ofensa, Ricardo Menéndez Salmón

11 de enero de 2009

Un triste final


En principio se concibió para ser una comedia, aunque al ponerse en ello, o quizás empujados por la fuerza de Policías: en el corazón de la calle, decidieron tirarse por el drama y hacerle la puñeta a Antena 3. El comisario despuntó como una serie mucho más potente que la anteriormente mencionada, tan descafeinada ella. Tito Valverde le dio vida al comisario Castilla, con Silvia Abascal como su hija y muchos e interesantes secundarios que fueron adquiriendo fuerza a lo largo de sus temporadas. También resucitó al rubísimo Juanjo Artero desde Verano azul. Yo no me enganché porque me parecía una españolada, y encima de policías, pero no sé qué vena se me rompió hace unos años, en su temporada 7 u 8, y comencé a verla y me convenció. Tenía arcos argumentales que duraban toda una temporada, pero a la vez no prescindía de los casos autoconclusivos que daban más ritmo a la serie. Por si fuera poco, cuando el boom de CSI se adaptaron e incluyeron a la científica, que entró con una agente que de repente se encargaba todos los casos y la ponían en peligro de muerte en un final de temporada que aún recuerdo. Y también la seguí la temporada siguiente, pero luego la perdí al entrar en el instituto o al empezar bachiller.

Total, que yo venía a contar que a lo tonto, a lo tonto El comisario se convirtió en la serie más longeva/veterana de nuestro panorama televisivo, hasta esta última y definitiva temporada, ni más ni menos que la duodécima. Y uno se pregunta, ¿cómo ha aguantado tanto tiempo esta serie en antena? Pues (y prometo que no voy a ser cínico en ninguna parte de este post) porque tenía ritmo, personajes interesantes y bien interpretados, carismáticos, casos que llaman la atención. Además, la penúltima temporada comenzó con la muerte de Pope, lo que dio lugar a cinco episodios dramatiquísimos hasta que averiguábamos que se trataba de un montaje. El comisario fue la primera serie española en incluir un episodio a tiempo real, como 24.

¿Y por qué escribo esto? Para reivindicar una serie que es más que digna, que ha sentado precedentes en cuanto a calidad de producción, y porque terminó para siempre hace 2 semanas, hace dos viernes y casi nadie ha hablado de ella. Y aunque sé que es duro reconocerlo en público, yo estuve enganchado dos temporadas y media, que el año pasado con la erasmus no pude seguirla del todo. Por tanto, un último adiós a una serie notable que ha hecho pasar buenos ratos, entretenidos, a mucha gente, y que le ha resuelto la vida para siempre a Tito Valverde. Lo que no me explico es cómo la misma productora y cadena no se han arriesgado jamás a hacer un crossover con la más cutrona Hospital Central, por mucho que hayan utilizado los decorados y el nombre del hospital en más de una ocasión.

pd: un día, en mi primera excursión a Madrid con el instituto, pasó a mi lado, es decir, cruzó la calle junto a mí, la mismísima Paula Echevarría, sseñorísima de Bustamante y agente de calle en este serial. Es lo más cerca que he estado de un famoso (si obviamos a Espido Freire).

9 de enero de 2009

Meme: Mi Lista Negra de Series


Moltisanti acaba de crear un meme interesante: una lista de las series de televisión que tenemos pendientes por ver, que en mi caso son muchas. Ya tengo a un lado las que supuestamente estoy viendo, pero si me pongo purista y hablo de ver, ver de verdad, tengo que ver:
1. The Wire
2. Doctor Who
3. Doctor en Alaska
4. Ally McBeal (acabar las 2 últimas temporadas)
5. El abogado (desde donde la dejó el Plus)
6. The office
7. Extras
8. Generation Kill
9. Merlin
10. Big love
11. Star Trek (original). Lo sé... :P
12. Damages
13.Swingtown
14. Alias
15. Entourage
16. Life on Mars
17. Friday Night Lights
18. Mad Men
19.Veronica Mars
20.Twin Peaks (2ª temporada)
21. Dexter
Actualización
22. Freaks and geeks
23. My so-called life
24. Chicago Hope

Y lo dejo aquí que si no no acabo. Y de paso aprovecho y recomiendo 5 series que todo el mundo debería ver y que apenas se ven por un motivo u otro.



Urgencias. Cada vez que alguien la compara con Hospital Central me entran instintos asesinos, y es que Urgencias no sólo nos descubrió a George Clooney, sino que creó personajes tan importantes e inolvidables como el Dr.Carter o el malaleche de Romano, que le daba 15 vueltas al cansino de House. Lo que pasa con Urgencias es que, al ser una serie tan veterana, se obvia en todas las listas, pero creo más que conveniente realzar su calidad permanente, sus cotas de calidad con los episodios de África: no lo olvidéis, se trata de la madre de las series médicas que se prodigan tanto últimamente, burdas copias sin gracia ni emoción si las colocamos en una balanza y comparamos con Urgencias.

The Comeback. Hablé de ella hace 3 días, pero es que es tan grande que debo reivindicarla como sea. Lisa Kudrow se sale en una serie cocreada por ella misma.

Buffy cazavampiros. No me cansaré de recomendársela a todo el público para eliminar prejuicios y descubrir una de las más maravillosas historias que se han contado en televisión, y es que el sello Whedon es, cuanto menos, siempre curioso. El paso de la adolescencia a la madurez a lo largo de 7 temporadas, cuyo pack se encuentra descatalogado!!!!!!! WTF

A dos metros bajo tierra. Porque hace reír, llorar, te desgarra por dentro, te obliga a replantearte la vida. Y por Ruth Fisher y otros personajes entrañables, por descubrirnos a Lauren Ambrose, resucitar a Kathy Bates, por Alan Ball y por el mejor final de la historia de esta caja que no resultó ser tan tonta.

Expediente X. La serie kitsch por excelencia, tan real y tan absurda como sus dos protagonistas, por darnos una lección de TSNR. Nunca sabremos si la hermana de Mulder fue abducida (yo me tragué todas las temporadas y no me enteré), pero sacamos en claro que el fin del mundo será en 2012. Ah, y porque la peli del año pasao no es tan mala, que somos muy tiquismiquis...

7 de enero de 2009

El regreso


El creador de Sexo en NY no sólo se ha dedicado a este proyecto. Por otra parte, todos conocemos más o menos la triste dispersión de la mejor comedia televisiva de todos los tiempos, Friends. Bien, pues la mejor de todos los intérpretes de la citada serie, Lisa Kudrow, se embargó en un proyecto junto a Michael Patrick King, avalados por el sello HBO. Se trata de otra forma dentro de ese género tan en alza últimamente, el mockumentary o falso documental, pero va más allá. Lisa Kudrow, protagonista absoluta de The Comeback, interpreta a Valerie Cherish, una actriz (atentos porque todo es muy metatelevisivo y puede perder…). Valerie Cherish protagonizó hace 5, 6 años una sitcom llamada I’m it que tuvo cierto éxito, de modo que se hizo conocida y se abrió paso entre las celebrities americanas. Después de abandonar la serie, abandonó la interpretación en pro de su vida privada. Se casó con un empresario y pasó a convertirse en una mujer desesperada o, en otras palabras, en una ama de casa de clase media-alta que, no obstante, echa de menos la fama y estar en el centro del huracán mediático. En esto que llega una cadena y le ofrece una suculenta oferta: protagonizar una nueva comedia a cambio de que permitan grabar su entorno para hacer mientras tanto un reality show paralelo. Es decir, un equipo de cámaras se traslada a su casa, que se ha transformado en una especie de GH donde todas las habitaciones están siendo permanentemente vigiladas. La serie comienza con Valerie el primer día de grabación del reality, donde nos presenta a su entorno, familia y amigos… y cómo añora su éxito. Poco a poco nos lleva a los estudios de grabación de la cadena, donde empieza a darse cuenta de que la nueva serie no es lo que ella esperaba. Toda la temporada es un arco que debe verse de principio a fin para comprender el quid de la serie y su objetivo. Lisa Kudrow compone un personaje tan patético y a la vez realista como el de Steve Carell en The office, superficial y que, como él, se sigue creyendo importante en un entorno en el que no encaja. Asimismo, la actriz demuestra un amplísimo registro interpretativo y nos hace olvidar a Phoebe Buffay en los primeros cinco minutos, misión que a algunos actores les ha resultado imposible a lo largo de toda una carrera.
Desgraciadamente, las audiencias no ayudaron y la cadena HBO decidió cancelar la serie antes de finalizar la primera temporada. El año pasado era prácticamente imposible obtener los dos o tres últimos capítulos, pero ya está el arco de temporada, 13 capítulos, disponibles, aunque lo difícil es hacerse con los subtítulos. ¡Casi todos eran en húngaro! :S No obstante, se entiende perfectamente en inglés y es una serie imprescindible para cualquier teléfilo. Si te chiflan Studio 60, 30 Rock y demás programas que transcurren entre sets televisivos, este gran desconocido está hecho para ti.
Una muestra de cómo es Valerie Cherish, ante todo una superviviente :)

3 de enero de 2009

El intercambio


El intercambio, o el cambiazo, traducción más literal del inglés, supone nuestra ineludible cita anual con Clint Eastwood, que de un tiempo a esta parte sigue un ritmo de trabajo que algunos podrían calificar como prolífico, pero que al que escribe estas líneas le llena de satisfacción, más aún si tenemos en cuenta el magnífico nivel que sigue el director en sus últimas obras. No es ya la lejana y emotiva Los puentes de Madison, o la desgarradora Million Dollar Baby o el doblete sobre la batalla de Iwo Jima durante la II Guerra Mundial, Banderas de nuestros padres o Cartas desde Iwo Jima, y es que asusta la cantidad de veces que el veterano ha dado en el clavo. Hace unos meses comenzaron unos rumores que apuntaban que Angelina Jolie podría retirarse del cine para dedicarse por completo a su función como madre, y voilà que entonces Clint Eastwood le confió un proyecto aparentemente más sencillo de lo que ha resultado ser la cinta final. Un guión estupendo, lleno de giros perfectamente articulados y que clama a cada minuto: ¡Queremos Oscar, queremos Oscar! junto al buen hacer de Eastwood y, cómo no, de una protagonista que vuelve a demostrar que es muchísimo más que un cuerpo (y qué cuerpo) y cara bonitos, sino toda una intérprete que nos recuerda en este trabajo por qué cuenta ya con una estatuilla dorada en su haber.

El intercambio cuenta la historia de una madre que, al llegar un día a casa, no encuentra a su hijo. La investigación sobre la desaparición recae en el departamento de policía de Los Angeles, y tras cinco meses devuelven a la madre a un niño que, según ella, no es su hijo. Ahí comienza la batalla contra el cuerpo de policía para determinar quién tiene razón, si ella (al fin y al cabo, sólo una madre es capaz de decidir quién es su hijo) o ese departamento corrupto que necesita a toda costa limpiar su imagen. Lo que en principio parece ser un intensísimo drama emocional cobra a lo largo del metraje tintes de thriller y cine negro, y la historia se replantea de un modo que obliga a la trama a ramificarse en un conjunto de hechos macabros que harán vibrar al espectador. Eastwood no es un director efectista, sabe que los pequeños detalles y las grandes interpretaciones son las mejores bazas con las que cuenta, y así lo demuestra aquí de nuevo. Consigue, por tanto, otra obra maestra llena de suspense y expectación hasta la última escena, con algunas secuencias perfectas basadas, como ya he dicho, en pequeños detalles, como lograr que se nos encoja el corazón con la mera imagen de un niño depositando fotografías en una mesa.

Así pues, Clint Eastwood se sirve del drama personal de una mujer para hacer un retrato de una época a lo Chicago aunque más sombrío, claro está, así como para denunciar las prácticas abusivas del poder establecido contra los ciudadanos de a pie. Hay que ir a ver El intercambio por muchos motivos: porque es una de Eastwood, por Angelina Jolie, por John Malkovich, porque estremece, aterra, horroriza y deja una sensación de desaliento que pocas películas logran transmitir. Ésta transmite mucho, y en los días que corren eso ya es decir. Y ahora empieza la pelea de gatas. Y el Oscar es para… ¿Jolie, Hathaway o Winslet? A estas alturas es lo de menos, pero estoy seguro de que cualquiera se lo merece, y Angelina Jolie se lo come todo aquí.

Nota: 9-10