10 de mayo de 2008
Usamérica (II)
Me voy por la tangente, y a veces eso es bueno. La cuestión es que el principal culpable (tras las series de televisión, de acuerdo) de mi enamoramiento de Estados Unidos es el cine. Ahora, con 20 años, no me voy a seguir engañando. Probablemente responderé ese ¡Australia! automático. Pero no puede ser tan simple como eso. El cine da respuestas, pero ha de haber algo más. Alguna conexión… algo que me atre inexplicablemente y me obliga admirar hasta lo más deplorable, porque siempre será magníficamente deplorable (no me malinterpretéis). Hablemos de Guantánamo, de la pena de muerte, de las leyes antiaborto, de la paranoia colectiva, el “asalto y derribo” de Iraq… es tremendo. Historias tristes, desagradables y denunciables en la que se supone la sociedad más civilizada del mundo. Si se quedara ahí, incluso yo me sentiría asqueado. No obstante, admiro el filón que presenta y la capacidad de autocrítica.
________Odio a la gente que, sin motivo claro, odia todo lo que viene de América. Antiamericanos, dicen. Son tan inteligentes que utilizan como explicación criterios tales como: Pero es que no puedo con los putos americanos, con lo chulos que son. Se creen mejores que el resto del mundo. Si ni siquiera tienen Historia y quieren comerse el mundo.
________Venga, vamos a meterlos a todos en el mismo saco. A mí me aburren las civilizaciones clásicas. Ya lo he dicho, lo puto peor para memorizar, de modo que ya me veis empollando historia de las grandes civilizaciones (que por otra parte siempre me parecieron iguales) sin ganas ni capacidad, hasta que llegó un punto en el que las chuletas en los exámenes se hicieron cuestión de cada día. No obstante, nunca llegábamos a estudiar historia del nuevo continente salvo para congratularnos con la llegada de Colón (fue España quien financió al hombrecillo, y por tanto se puede considerar orgullo nuestro la hazaña blablabla), con la matanza de indios y… luego se volvía aquí de nuevo con la pesadilla de la Reconquista, y luego que si el paso al Siglo de Oro y demás cosas que me resbalaban. Por eso no le cogí tirria a la historia de un país que fui conociendo por medios externos, ajenos a lo académico (al menos en un principio). Y es que cuando superé el instituto con mi mala memoria…
Inciso: mala memoria. El otro día cogí el Ulises de Joyce, y a pesar de que ando inmerso en otras lecturas le eché un vistazo a la introducción. Ésta corría a cargo del traductor, por lo visto también fan, que dejaba claro eso que he dicho de la traducción como forma de arte. Joyce, dublinés listo y cultivado, empapado en la cultura del tiempo y del pasado, era un hacha. Incluyó en dicha novela múltiples referencias a canciones, obras literarias, dichos populares… Si alguien tuviera la misma buena memoria que él (no ya los conocimientos) acabaría leyendo una obra nueva, el Ulises Completo, plagado de referencias. Y eso es por la memoria. Con el paso del tiempo y las nuevas tecnologías se ha incrementado la pérdida de memoria y ya no es usual esa práctica de memorizar canciones, poesías y demás tan presente en el pasado (menuda contradicción). Además, hace unas décadas estaba mal presumir de mala memoria. Hoy, aquí tenéis al ejemplo vivo. Y no, no sufro de amnesia.
________…con mi mala memoria llegué a la universidad, me quité civilización española con un 4,5 y la benevolencia del profesor (que, como yo, era cinéfilo: tal vez una conversación sobre Woody Allen, neoyorquino de pro, me subió al 5; nunca lo sabré, pero me gusta creer que el tito Allen y su [mi] musa Scarlett sirvieron para aprobar una asignatura). Y no obstante, pasada esa fase del primer cuatrimestre, entré de lleno en el segundo con civilización americana y me llevé –siempre será mi mayor logro xD- un 9,5. Toma clavada. Claro que por aquel entonces mi cinefilia ya no era tan sólo teórica y el profesor compartía gustos y (buen) criterio, y aún recuerdo el día en que hizo un pase de unas escenas de Fargo.
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Lo único bueno que yo le veo a estudiar historia clásica es que se aprende de los errores ajenos. La historia es un ciclo que se repite y para poder comprender lo de ahora, hay que fijarse en el antes. Claro, a los us de A no es aplicable, todavía, porque, aparte del hecho de que giran sobre sí mismos, no han acabado de dar ni una vuelta. Y lo único que saben es que los que vinieron a conquistarles les echaron de sus tierras( llámalos ingleses, franceses, irlandeses, españoles, italianos...) y los descendientes de los conquistadores ( los conquistados, ya se sabe, ni voz ni voto, sólo casinos y reservas) temen caer en lo mismo y perder todo aquello por lo que han luchado. El sueño americano: si tienes una idea, triunfas. Si tu idea supone pasar por encima mía, te mato.
ResponderEliminarLo que yo nunca podré entender es para qué sirve estudiar lenguas muertas jajaja, terribles dolores de cabeza que me daba a mí el latín, con lo que me ha molado a mí siempre aprender idiomas, es el único que he llegado a odiar :P
PD: Los únicos exámenes para los que una ha copiado/dado el cambiazo/hecho cosas ilegales en general ha sido para historia, porque por más que haya que saber algo, hay que reconocer que había cosas infumables.
Ya me voy.
No hablemos de tu sobresaliente de civi americana... ¬¬
ResponderEliminarEhem, ehem.
¿Se puede considerar que la autocrítica se la autoaplica más o menos la mitad de ese país? Siempre he considerado que la democracia debe formar parte de esta sociedad. Pero para un mundo con una civilización hegemónica cada doscientos o trescientos años esto no es posible. Y más si el sueño americano está entre vivir en un parking de caravanas o en un ático en Nueva York. No quiero decir que la sociedad estadounidense no sea interesante: es la más avanzada científicamente, tiene diversidad religiosa, de raza, de clases, tiene una gran influencia en la vida diaria de casi todo el mundo... Pero cuando yo, flipada con Grecia desde siempre, me encuentro con una poderosa cultura que comenzó en el 6000 a.C. y terminó más o menos en el 200 d.C. lo que haya hecho Estados Unidos me parece insignificante comparado con dicha cultura. Aunque Egipto tuviera enormes fallos en su época, creo que ya deberíamos haber evolucionado para que no pasen las cosas horribles que ocurren en cualquier país de los actuales ocho milenios después.
ResponderEliminarPero, ante todo(lo dice una que no se acuerda de lo que ha escrito dos líneas más arriba), el saber no ocupa lugar.