29 de abril de 2008

Nada más llegar a Granada se me rompió una pulsera


Estoy como exprimido, como si me hubieran pasado una aspiradora y chupado las palabras. No me fue posible el domingo pasado contar nada sobre estos días; tampoco los días siguientes. Hoy lo intento. El fin de semana pasado estuve en el I Foro de Escritores Noveles que se ha celebrado en Antequera. La mayoría de participantes éramos alumnos (amigos) de la escuela de verano para escritores que organiza el Pacto Andaluz por el Libro. Qué de facilidades, ¿no? Y qué de talento, diría yo. Qué de ganas, de historias, de conversaciones, confesiones, miradas, descubrimientos, redescubrimientos, risas y lágrimas, sorpresas, abrazos a porrillo, horas despiertos, qué de cariño y amistad. Lo que me pasa con estos escritores no me pasa con nadie más, y se entiende porque somos un grupo con un fin común. Cierto, no todos los 50 que asistieron quieren dedicarse a esto como algo serio, pero algunos luchan y se sacrifican en favor de la escritura. A esos es a los que admiro. Se comerán el mundo.
La escritura puede ser algo arriesgado, de eso me he dado cuenta este fin de semana. A esta conclusión se llega mediante las palabras de Espido Freire y Andrés Nadal. El mundo editorial hoy en día es una mierda, más aún para los nuevos escritores.
________Antes de Espido Freire hubo una ola de jóvenes escritores que conformó la conocida como Generación Kronen; entre ellos se cuentan, por ejemplo, Lucía Etxebarría o Ray Loriga. El caso de Espido es excepcional, ya que desde muy joven consiguió una editora que apostó por ella y se llevó premios de gran relevancia siendo siempre "la más joven", a destacar el Planeta. Dan ganas de volver en el tiempo para escuchar su discurso sensato, su sinceridad constructiva y pedirle de nuevo una foto con ella o que te firme un libro, o qué sé yo. Como nos contó, siempre fue la primera: arrasó con lo que ha hecho hasta ahora. Esto es lo principal sobre lo que nos advierten: no existe hoy en día una apuesta por nosotros y tampoco hay generación. Por si fuera poco, la mayoría de escritores proceden de dos focos: Barcelona o Madrid.
________Ser escritor no es tarea fácil. Eso ya lo sabíamos, pero no tan sólo por los motivos obvios: falta imaginación, algo de talento y curro, mucho curro, sino por los que sospechábamos. Ego, inseguridad, sacrificio, competencia, falta de apoyo y esa idea de que al niño le gusta escribir. Aparte está el tópico en gran medida cierto sobre la inestabilidad emocional de los escritores y su tendencia a la depresión. Seres sensibles que se dejan arrastrar por la autocomplacencia, por el hecho de sentirse especiales y solos en este mundo. Espido contaba que muchos de sus amigos escritores lo habían tirado todo por la borda por culpa del alcohol. Un dilatado número de escritores a lo largo de la historia se han valido de sustancias para expresar al máximo su creatividad. Desde Poe a Stephen King encontramos ejemplos de escritores que, entre borrachera y colocón, conseguían hacer llegar los escritos a su editor. Nos advirtió que tuviéramos cuidado en este aspecto. Tanta sensibilidad no puede ser buena, ni tanto disfraz de cervatillo, ni tantas alabanzas que precedan al golpe duro. Hasta nos habló del peligro de tener un blog o de andar siempre rodeado de escritores.
________Andrés Nadal, por su parte, era todo un desconocido para mí, y supongo que para la mayoría de vosotros. En apenas una hora nos dio numerosas e interesantísimas pautas para escribir una novela. Insistió en lo anteriormente dicho. No esperemos el éxito fácil, el favor de la crítica y el público. Es más, tuvimos la ocasión de plantearnos qué es el éxito, qué significa hoy en día (hay que distinguir entre éxito rápido y "normal"), y hasta qué punto es necesario. Desde mi punto de vista, hoy en día es necesario ese éxito repentino para despuntar y hacerte conocer. Es como si hubiera un campo de amapolas, todas rojas, todas preciosas, pero todas de la misma altura, todas iguales. Si una de ellas sobresaliera un poco llamaría la atención. Ése es el éxito del que hablo. Otra cosa es medir calidad y éxito con el mismo patrón, es algo estúpido: lo difícil es mantener la constancia una vez esa primera novela ha visto la luz. Hablaron también de la distinción entre dos tipos de escritores. Están los que buscan escribir LA NOVELA, un único libro perfecto (desde la perspectiva de cada uno) que se convierta en bestseller, que sea admirado de repente, que se estudie como fenómeno, que sea tan estupendo, que esté tan medido que funcione a la perfección. La búsqueda de ese libro puede llevar, sin que el escritor se dé cuenta, a la mera frustración. La otra especia es la que piensa en su carrera literaria como en un recorrido. Tras la primera novela vendrá la segunda, más difícil, y después la tercera, y cuarta, y así sucesivamente, pero siguiendo un único principio: que cada una aporte algo nuevo a ese trayecto.
________En la charla de Andrés Nadal dejaron claro (no sé si a propósito o no) que existen ciertas esperanzas en nosotros. Tras comentar lo de los dos focos de publicación se mencionó que había que cambiar este hecho y, al menos a mí me dio la sensación, crear una generación andaluza de escritores. En cierto modo lo están logrando. Hay quien no escribirá nada. Hay quien escribirá para sí mismo, ese tipo de literatura que irá a la biblioteca arrugada. Hay quien escribirá y nunca logrará publicar, o logrará una publicación en miniatura para que amigos y familia presuman de familiar-amigo escritor. Luego están los que publicarán. Algunos de ellos triunfarán de modo automático, porque el talento, más allá de cualquier prejuicio, al final sale a la luz por fuerza propia. Otros se dejarán absorber por el ego o por el alcohol o por la pena, o se harán tan (osea) sensibles que se quedarán a medias. Somos muchos, habrá para todos, que no cunda el pánico.
________El lunes siguiente a este fin de semana, después de llegar a Granada el domingo por la tarde aún flipándolo, con el corazón en la garganta y ganas de llorar de alegría, con ideas claras y otras más difusas, con la única certeza de que si me quedaba metido en casa me moría y entonces me fui a la feria del libro y estuve pateándome todos los puestos hasta que al final me compré Shutter Island y vi en los carteles que Juan Cobos Wilkins había estado firmando ejemplares 4 días antes, pues ese lunes fui a hablar con otro escritor del que sólo tengo elogios. Antonio Carvajal es poeta y profesor de la Universidad de Granada; hace dos veranos, Aurora Luque (poetisa también granadina) habló de él en una de sus últimas clases, y fue el último paso que necesité para matricularme en una de sus asignaturas, Introducción a la métrica. Este hombre no se ha presentado en 30 años que lleva escribiendo publicando a ningún certamen de poesía. Los premios que tiene se los ha ganado a pulso, por el propio reconocimiento de sus colegas, en un ámbito tan limitado como es la poesía. Un año más tarde hablé también con Wilkins de él. Todos los poetas nos conocemos, dijo éste. Estuve una hora hablando con Carvajal y no me quedó más que mencionar las Escuelas de Escritores y el reciente foro, y a él le picó la curiosidad. Yo, que siempre he presumido de ser autodidacta, me guardé el orgullo y las verdades en el bolsillo y escuché. Le parecía curioso cómo de un tiempo a esta parte los escritores asistimos a cursos y demás para aprender a eso, a escribir. Estaba de acuerdo con que es algo útil sobre todo a nivel técnico; yo asentí y afirmé que, ante todo, nos hace el camino más corto y nos permite atisbar la meta. Lo bueno de hablar a solas con un escritor es lo productivo de esa charla, uno a uno, frente a frente, sinceridad total. Hablamos de la poesía que leo y aconsejó leer a los poetas con sentido del ritmo, a Lorca, Alberti, Aleixandre... entre otros, en voz alta. Luego estuvo recomendándome autores importantes tanto de narrativa como de poesía. Solemos infravalorar a las personas que nos rodean, y me sorprendió la cultura literaria (amplísima, muy interesante) de este hombre. Un día daré pistas sobre todo lo que me llevo.
________Ahora tengo por delante una escuela de escritura online por cortesía del Pacto y Andrés Nadal. Supongo que todo esto lo paga la Junta de Andalucía, así que a chupar de la teta y a beneficiarnos por una vez del dienro del contribuyente. Lo siento, yo aún no contribuyo.
________Siento que esta parrafada no lleve a niguna parte, pero creo que muchos lo entenderéis. Se me hacía imposible dar las gracias mil veces sin mojarme en terreno literario. Se me hacía más difícil aún recordar todas las caras y nombres, vuestros versos y no versos, fotografías, gestos, palabras. Sentiros tan cerca. Ehm... decían Antonio o Adri que no habían llorado porque no suelen llorar. Yo tampoco suelo llorar, por eso no lloré. Si tuviera que quedarme con una sensación, y no sé por qué, sería la que sentí cuando me despedí de Ana y estaba abrazándola, juro que no sé explicar por qué. O una sensación incluso más extraña porque tuvo lugar fuera de Antequera, una semana más tarde, cuando ayer me llegó un mensaje de Krys y lo reviví todo tan de golpe y tan sincero, y tuve ganas de volver en el tiempo a la 208 esa tarde de sábado en la que estábamos los 2 y se nos unió Edu en la imposible historia de reescribir una historia en grupo. Volviendo a Antequera, a veces tenía la sensación que querer partirme en 2 o 3 Joses para abarcarlo todo, y sin dividirme creo que llevé a cabo la misión bastante bien. En 2 días no se puede hablar con todo el mundo, ni siquiera memorizar el nombre de gente nueva (para eso soy lo peor, lo sabréis si me conocéis) y mucho menos despachar todos los temas que se quieren despachar con todo el mundo. Los callados siguen callados, y los habladores hablamos tanto o más que nunca.
________Creo que la mejor terapia que podía haber recibido es ésta. Estoy mucho mejor, por si alguien había notado algo extraño últimamente. Lo bueno de Antequera-Mollina es que todo es universal, se puede hablar todo, los secretos salen a la luz antes de ser secretos y las frustraciones personales quedan en un segundo plano o se agotan a fuerza de risas. Estuve a punto de no ir a Antequera. Malas temporadas, es algo que afecta a todo el mundo. Qué equivocado había estado. Gracias por la terapia, amigos. No os echo de menos porque os llevo en alguna parte, aunque sea en forma de chapa que imita unos labioso o en la historia (triste, en el fondo es tristísima, creo que la más triste) de un virus que transfigura la personalidad. Seguiré siendo patera a merced del viento y las olas que me lleven, que para algo soy influenciable, con la esperanza de transportaron algún día a otra playa. Somos escritores, sálvese quien pueda.
________Ésta es mi entrada número 200. Siento la parrafada, la rayada y las pajas mentales. Ah, y Silvia, que no me vuelva a enterar de que tocas Ojalá cuando yo no estoy por ahí. Qué asquerosamente fácil es querer.

6 comentarios:

  1. A veces lees, te quedas mirando la pantalla y te da reparo compartir lo que se te ha pasado por la cabeza, voy a intentarlo de todas formas.

    Me he quedado extrañamente intranquila al leerte y no sé explicarlo. El caso es que se respira una felicidad complicada y un punto de amargura y...¡que coño estoy escribiendo! Tú sigue "nadando" que de una forma u otra algo grande (del tipo que sea) te tiene que esperar, tienes "esa" sensibilidad...

    Ale...buena semana, voy a escribir un poquito...Cuídate "peque"

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  2. He leido con atencion tu post. Tengo muchas cosas que apostillar, pero me quedo con una pregunta y una valoración. La pregunta es ¿Te explicas como es posible que Espido Freire ganase el Planeta a los 15 años? Recordarás que el año pasado hice un "curso intensivo" de cuatro ´días con ella, dirás ¿porqué no se lo preguntaste entonces? me rondó la cuestión, me mordí la lengua un par de veces pero como ya conozco la respuesta quise ahorrarme el trance.
    Nos contó que jamás en su vida había escrito nada, que comenzó a montar cuentos a medias con una amiga de clase y acto seguido se presentó al Planeta y lo ganó.

    Vamos a ver...para películas de ciencia ficción, me quedo con Alien, que por lo menos al bicho se le ve venir de lejos. Al margen de lo que te cuenten, usa la fuerza Luck, usa la inteligencia que de eso te sobra. Ellos viven no de lo que venden, sino de contar como escriben lo que quisieran vender. Después de esa charla sacrosanta, (a nosotros también nos la dio) sería interesante un têt a têt con el director de Planeta en Sevilla, como yo tuve la suerte de tener, una conversación entre copas de esas en las que la lengua y la sinceridad se sueltan. Quizá fuese mil veces más instructiva, por reveladora. Aunque después de eso lo mismo no dormías en tres días, como a mi me pasó.

    La valoración es que Antonio Carvajal, su experiencia, su punto de vista y su trayectoria son un ejemplo más que válido. Cuando uno es escritor lo que quiere es escribir, aunque no de para comer, ni tenga una estantería con galardones. Y para eso tenga que trabajar en una gasolinera, vendiendo Donuts o haciendo permanentes. Como tu dices, lo de hablar a solas con un escritor es productivo. Me quedo con tu frase logo: "Somos escritores, salvese quien pueda".

    El campo de amapolas tiene muchos despuntes, pero como en el campo de centeno, hay un guardían con sello editorial que corta las cabezas de los que no puede encauzar...al final esto no era arte? que amapola en su sano juicio se vendería a las modas editoriales por una maceta propia?? llegará la noche y la tormenta, como siempre arrasará con todo, solo las buenas raices aguantarán. Hay que crecer para adentro, además de hacia arriba.

    Te deseo suerte, con todo, el curso on line si es gratis mejor..aprovecha nen¡¡¡¡ besos y ánimos.

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  3. Dos palabras: eres increíble.



    (Indi: nonono, no fue a los 15, sino a los 25 ;) )

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  4. Aaayyy... a mí me da igual cuándo ganara Espido el Planeta ni dónde ni por qué, me da igual que el mundo literario de hoy en día esté hecho mierda, me da iguaaaaaal, yo solo me quedo con lo que hemos/estamos viviendo, con las oportunidades que nos están brindando, con coger mi libreta y ponerme a escribir un soneto por primera vez en mi vida, con los recuerdos, con las premoniciones de lo que vendrá, etc, etc, etc, etc, etc, etc...

    Te lo dije ya y te lo repito. Escribe, escribe, escribe, digan lo que digan, piensen lo que piensen, escribe en libretas, billetes y paredes (las librerías son solo una pequeña parte de todo lo "escribible" que hay en el mundo) y no te preguntes por qué.

    Hoy he recibido un correo de María Luisa Torán en el que me contestaba a la duda de si se podía entrar ya a la web o teníamos que esperar a que nos mandaran un correo. Eso es lo de menos, ya me había enterado antes. El caso es que se ha despedido diciendo: "Nos vemos en el próximo Foro". Pues ole, nos vemooos!!!

    Te quiero una jartá, rubio!!

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  5. Y después de leerte, así, de repente, te echo de menos.

    Una flor sin pétalos cualquiera.

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  6. Sin palabras.
    Y con flashes de momentos.
    Así me has dejado.

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