31 de agosto de 2011

El hombre menguante


Rompían corazones los niños
al perderse en el bosque,
al vagar por los montes.
Los niños…
Escribían caminos de hormiga
senderos de miga
veredas de miedo
abrazos, recelo.
Los niños…
Comían corazones los niños
al crecer en el ébano negro
en la carne más prieta
en el pecho más firme
de diosa africana.
Mamaban el agua frugal
mascaban de frutas racimos.
Habían ya crecido los niños.
Amaban el cuerpo
como se ama un pajarillo,
como un ramo de cardos
amaban el pecho de Helena.
Los niños…
Al perderse en el bosque,
al vagar por el bosque
rompían corazones los hombres.

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