INSTRUCCIONES PARA DECIR ADIÓS
1. No decir adiós.
2. No pensar que es un hasta luego encubierto; es un adiós.
3. Mírale a los ojos. Sonríe. Que no te vea llorar.
4. Guarda silencio. Es fundamental guardar silencio.
5. Haz una pregunta incómoda, ataca con la guardia baja.
6. Recuerda algo en común en voz alta, pero no te pases de listo.
7. Habla del proceso de decir adiós. Que ambos seáis conscientes de la despedida.
8. Regálale algo. Algo que cada vez que vea recuerde a una despedida..
9. Rómpete. Hazte frágil por una milésima de segundo.
10. Cógele la mano.
11. Róbale un beso.
12. Di adiós.
13. Desaparece de su vida.
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17 de marzo de 2014
Instrucciones para decir adiós
Hace unos meses, cuando el derrumbe, la demolición interior, el mundo galvanizado en una miniatura sobre el mueble de la entrada, cuando me dejó, tomé la decisión de no escribirle más cartas. Pensaba escribirle una carta de despedida, y a cambio empecé a escribirle una novela para no ahogarme. No obstante, me propuse aprender a decir adiós, y escribí un decálogo (o algo así):
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24 de mayo de 2010
Lost: La muerte es tu regalo

Esas palabras recibió Buffy Summers, heroína por antonomasia, de la Primera Cazadora. Y parece que de un tiempo a esta parte la muerte se concibe precisamente como un regalo soportable, para nada como la maldición que persigue a los hombres desde que tenemos conciencia de nuestra mortalidad. Así pues, gran parte de las series que han generado mayor movimiento fan se han decantado por la muerte como resolución final y cierre de la historia. Otras abogan por un final abierto: el caso más sonado es probablemente el de Expediente X. Luego están las que aceptan la muerte como un regalo, desde Six Feet Under (no podía ser de otro modo: la historia nace de la muerte y acaba en ella) a, en menor medida, Los Soprano (la muerte no se muestra; como todo en esta serie, se intuye en la polémica secuencia final). Lost juega en otra liga. Una serie que ha jugado con términos tan absolutos como bien-mal, fe-pragmatismo o blanco-negro no podía decantarse claramente por ningún lado. Y así les ha ido. Han hecho lo mismo que Battlestar Galactica, aunque quizás de un modo más inteligente. Si BG aclaraba en gran parte la naturaleza religiosa/filosófica de su desenlace, Lost nos regala una sensación mucho más gratificante: PERPLEJIDAD. Nadie sabía lo que acababa de suceder al finalizar el doble episodio de cierre. Pero ya se han escrito miles y miles de palabras. Y de eso sólo hace unas horas. Lost, una serie que ha apostado tanto por su ambigüedad narrativa y la promesa de una miel que nunca llegaría, ha llevado su juego hasta el final y no es algo sonrojante. El final podrá parecernos cursi, almibarado, tópico... pero no había otro final posible. No, porque no queremos saber qué es la isla. Ni dónde está. Ni cómo llegó ahí una civilización extraña. Queremos saber si nuestros compañeros de viaje llegarán a perdonarse a sí mismos: si Kate acabará en paz tras su tormentoso triángulo amoroso, si Penny y Desmond podrán criar al pequeño Charlie ajenos a los tejemanejes de un Locke y un Ben que son simples mortales más; si lo de Juliet y Sawyer prosperará. Si Claire será una madre modelo a pesar de las dudas que ofrecía en un principio. Si Rose y Bernard podrán amarse lejos de cánceres o tiendas de campaña y viajes en el tiempo que ya no le importan a nadie. Incluso si Faraday podrá llevar a buen puerto su relación con la pelirroja Charlotte. Me sobran las respuestas. Ver a Jack morir tranquilo, FELIZ por una vez en la serie es el mejor final que me han podido dar. Porque, al fin y al cabo, los Otros, los otros de los otros, las detonaciones y la luz de la isla no son más que un simple instrumento para dar cohesión a las relaciones entre los personajes. Nos interesan las vidas de todos y cada uno de ellos (¡hasta de Miles!). No es casualidad que durante la primera temporada se encargaran de desgranar la vida y obras de todos los losties, y ahí radica nuestra adicción, en algo tan elemental como el culebrón clásico, la tragedia griega, las derrotas menores de seres humanos. Saber que Hugo obtiene la condición de líder o que Ji Yeon crecerá junto a sus papás son todas las respuestas que quiero. ¿O acaso alguien le reprochó a Orson Welles que apenas se dejaba intuir que su "Rosebud" no era más que una mierda de trineo? Una vez más, Lost ha sido consecuente con su naturaleza: el viaje es lo importante, su continua capacidad de sorprendernos, su ahora estamos en el pasado, ahora te cuento el futuro, ahora una realidad alternativa que en el último episodio resultará ser una suerte de Cielo. Lo único reprochable en ese sentido es la simpleza moral, la sumisión cristianista que adoptan los responsables de la serie (muy acorde con la tónica americana de Bien y Mal cristianos).

En definitiva, y esto va en concreto para aquellos que han acabado decepcionados con el desenlace ¿definitivo? de Lost: os habéis equivocado de serie o habéis estado perdidos durante estas seis maravillosas temporadas. Desde el principio cuanto han pedido ha sido fe y en ningún momento nadie ha creído que nos fueran a dar respuestas a todo. Porque es imposible, y en eso radica la grandeza de Perdidos: han mantenido incógnitas que cada uno de nosotros ha cerrado como bien ha podido/querido hasta el final, cuando nos han ofrecido la ÚNICA Y GRAN RESPUESTA. Toda serie, toda narración surge de la necesidad de transmitir algo, de exponer un mensaje. En algunos productos el mensaje está clarísimo. Así, Los Soprano habla sobre la familia, Buffy sobre el poder femenino y Dawson crece sobre el crecimiento: si analizamos los finales de estas series veremos que todas se mantienen fieles a su mensaje, aunque claramente la que mejor logra conectar con ese lema original es la "estúpida" serie de demonios y vampiros. Recordemos que Buffy tuvo dos finales: en el primero, la Cazadora fallecía en un acto mesiánico de sacrificio: una chica que carga con el peso del mundo sobre sus hombros (poder femenino); en el segundo, Buffy otorga su poder a todas las chicas del mundo destinadas a convertirse tarde o temprano en Elegidas (las mujeres dominarán el mundo). Vayamos ahora a los Soprano: Tony Soprano ve cómo su "familia de negocios", su familia mafiosa, se va desmoronando. No obstante, la serie concluye con una cena familiar en un restaurante typical American con el "Don't stop believin'" de fondo (la familia en última instancia es cuanto importa). Dawson, por su parte, cocluye con sus protagonistas ya adultos cumpliendo sus metas y problemas de personas mayores: sueños cumplidos, paternidad, muerte (el crecimiento, el adiós definitivo a la infancia). Lost habla de la soledad (recordemos esa cita noble de adolescente sensible: "Soledad es estar rodeado de personas y pensar en quien te hace falta"). Y en la serie de marras no piensan en quién les hace falta, sino en la mierda de vidas que han llevado hasta la fecha, pero están solos. Perdidos y solos. Hasta que todos nuestros héroes no se encuentren a sí mismos, hasta que no dejen de estar solos no podrá acabar su periplo por este mundo. Deambularán como zombies, unos morirán en la isla al poco de llegar, otros mucho después, incluso fuera de ella. Lo que viene a decir el desenlace es que al final, cuando todos hayan muerto, es cuando realmente estarán acompañados. Adiós a sus infiernos personales, a las vidas que no han escogido, a personas que se han cruzado en sus vidas por puro azar. Al final es tanto protagonista Jack como Boone: todos están en el mismo limbo, todos han perdonado sus pecados, todos están en paz. No es que todos sean jóvenes y hermosos cuando mueran; eso es una licencia poética que ya empleó Amenábar con su Hipatia: se llama senescencia. Por eso la serie acaba con el sacrificio de héroe (en este caso Jack) que encuentra su regalo, su paz y su felicidad en la muerte junto a un perro golden.
Como todos los grandes finales, Lost se ha despedido con polémica. Polémica muy injusta, creo yo, pues nos ha ofrecido el único desenlace posible: bonito, lacrimógeno y feliz. Y el que quiera respuestas, que se pase a CSI. No, si al final el final más aceptable que he visto hasta la fecha, si obviamos el de Six Feet Under, ha sido el de Buffy cazavampiros. La muerte es tu regalo... Pero bastante hemos sufrido por hoy con Locke, Ben, Desmond y el pobre Jack. Que vale que podía haber arriesgado más, traer a los personajes negros para la finale, decantarse por una fe menos evidente, dar una respuesta, pero ¿y la magia?Lost se ha acabado.
Amén.

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23 de mayo de 2010
De cuando Lost acabó con el franquismo

Este señor horrible llamado Franco tenía sueños de grandeza de una utopía que, para qué negarlo, logró llevar a la realidad. Durante la República (y en los círculos intelectuales durante el franquismo) hablar y comprender el francés y el inglés era algo muy bien visto. No obstante, esto entraba en detrimento de los sueños del "gran dictador". Por una nación, un país, un territorio deben tener UNA lengua, y en nuestro caso ésta no era ni más ni menos que el español. Así pues, ni gallego, ni vasco ni catalán, ni mucho menos inglés o francés: aquí se hablaba español, hostias ya. Además, como el Estado controlaba casi todo lo que entraba, los traductores vivieron tiempos de bonanza: no tanto los libros como las películas se traducían y doblaban por completo. De este modo encontrábamos que el pueblo, las grandes masas, sólo podían ver películas de a)Joselito y Marisol; b)películas dobladas y a veces censuradas; c)más tarde, pelis de tetas y landismo. Y pensar que había quien les reía las gracias a todos esos. Había quien lograba saltarse la censura con ingenio: por ejemplo, el subtexto de las cintas de Saura era muy rico, muy valiente.
Total, el pueblo español se deja absorber por la comodidad de lo que viene hecho, la ley del mínimo esfuerzo, y como no era preciso aprender otro idioma para ir a las películas, se fue dejando. Pasó que la sociedad lo asumió como un orden natural y basaban su argumento en: si yo soy español, ¿por qué tengo que aprender inglés para ver una película? Pero amigo, no lo tienes que aprender, basta con que leas los subtítulos. Cuando lleves cinco películas así, te acostumbrarás. Aquí tenemos el mensaje: el doblaje es un síntoma, una secuela del franquismo. En Portugal (y en menor medida en Francia), que están al lado, los cines y la televisión son en VO con subtítulos. Acabó la dictadura, murió Franco-lo-dejaré-todo-atado-y-bien-atado y las secuelas de ese tiempo de ese tiempo de sometimiento. Nadie podría proponer acabar con el doblaje de un día para otro. Los intelectuales (otra vez ellos) pasaban por puros nerds si sugerían ver las películas en versión original "para apreciar las interpretaciones, los matices de las voces"... Pero es que...si estoy leyendo me pierdo lo que pasa en pantalla y las actuaciones. ¡Pero amigo! Tú es que no distinguirías una actuación buena aunque te escupiera en la cara!
Y llegó LOST.

Recuerdo que fue el año de dos grandes descubrimientos televisivos más allá de la manida televisión por cable: Mujeres desesperadas en comedia y Lost en drama. También es verdad que ambas series han tenido suertes distintas, si bien ambas tuvieron una primera temporada que aportó un rayo de luz al aburrido panorama televisivo. Y el misterio de Perdidos, su continuo intento de dejarnos desarmados, su acumulación de interrogantes vencieron a la pereza derivada del franquismo. La gente empezó a tirar de Emule (hasta entonces reservado para la música) para bajarla rápido (recordemos que empezó a emitirse de manera ridícula e irregular por La Primera), ya que nos llegaba con meses de retraso, doblada y cuando ya sabíamos lo que sucedía dos temporadas más adelante. Descubrimos una escotilla. Humo negro. Rugidos, susurros. Gente que vive en el bosque. Conejos blancos. Y ya estábamos enganchados.

Pero no sólo a LOST. Descubrimos que una vez has probado el original, las series dobladas, el cine doblado no tienen ninguna gracia. Y probamos comedias nuevas, series de culto, volvimos a los orígenes del movimiento fan, nos hicimos miembros de webs especializadas. Lost era un producto tan adictivo que no había barrera insalvable entre las personas. Gente de derechas y de izquierdas en el mismo foro, en el mismo sofá tratando de discernir por qué Locke puede andar y Rose ya no tiene cáncer, o qué es ese pie de cuatro dedos... Por fin España parecía un país, sólo uno en el que podíamos disfrutar en inglés y olvidarnos del doblaje. Y descubrimos que igual estaban en Francia (con lo especialitos que son los franceses), Italia o Suecia. Y la gente descargaba Urgencias, A dos metros bajo tierra, The Big Bang Theory... y películas y series inglesas (esas grandes desconocidas). Proliferaron los blogs sobre series, las páginas especializadas, las series de televisión tomaron periódicos y revistas, la gente hablaba y habla por la calle de temporadas, spoilers, cliffhangers... Yo, como la mayoría, empecé a descargar gracias a Lost. La proliferación de páginas de streaming, el descubrimiento de páginas y alternativas de descarga, los torrents, megauploads y su puta madre nos hicieron adictos a Internet. Cada vez se consume más cultura y, paradójicamente, se lee menos. O más, quién sabe si con el libro electrónico y la piratería cultural la gente leerá a Sartre en el metro. Quién sabe...
Lo único que queda claro es que Lost nos unió para siempre, y ya se sabe: lo que ha unido Lost, que no lo separe nadie. Y si Lost ha sido capaz de derrotar una barrera, un lastre tan sucio como el del doblaje, es normal que esta noche millones de personas permanezcan en vilo para saber si al final Jack vivirá, si todos dejarán la isla o no. Está clarísimo que Juliet será la madre del hijo de Jack, porque todos queremos a la rubia. Y también que Desmond y Penny acabarán juntos, que para algo la suya es una historia de amor de esas que tanto les gustan a los yankies bigger than life. Y me la pela que nunca lleguemos a saber a qué vienen los numeritos de marras, ni quién era la madre loca de Jacob y MIB, ni de dónde han salido los poderes de la isla, ni quién se hará cargo de Ji Yeon. Sólo sé que yo también he llorado con la llamada de Desmond a Penny o la muerte de Charlie, que nunca me parecerá una locura que alguien se etiquete "Not Penny's boat" en la espalda o que nunca me brillará tanto el pelo como a Kate en un aeropuerto de noche. Y siempre, siempre querré a Desmond, a Faraday, Claire y Juliet. El camino ha sido largo, pero ha sido el mejor viaje de mi vida y no me ha hecho falta Biodramina (aunque en según qué momentos, casi...), y he hecho amigos y me he enamorado y he reído y llorado, y que eso lo haya logrado una serie de televisión creo que viene a explicar bastante bien cómo las consideraciones sobre éstas han cambiado bastante. Así que sólo nos queda esperar, ver y disfrutar... lo de juzgar lo dejaremos para los aguafiestas de siempre, ya que ahora está tan de moda decir que LOST no es para tanto. El país que ve Perdidos unido, permanece unido. QUE EMITEN UNA SERIE ESTADOUNIDENSE EN 'TIEMPO REAL'. Esto va a ser con toda probabilidad el mayor acontecimiento de la historia de la televisión.
Sin doblaje. Jódete, Franco. No, si el final de Lost es que readmitan a Garzón en el sistema judicial español. O algo parecido.
Mañana el mundo será un poco más gris. Os dejo con las muertes. In memoriam...
12 de mayo de 2010
Promoción, promoción, promoción
Estoy agotado.
Sigo mañana.
Si eso...
Sigo mañana.
Si eso...
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7 de mayo de 2010
El futuro

Que llevo tres años hablando de proyectos que cambiarán mi vida.
Que, que luego no prosperan.
Pero si algo soy es cabezón, y como tal me niego a dejarlo ahí, y en este momento de incertidumbre más que nunca me propongo colorear mi futuro a dos manos, escrutar posibles planes. Dejar atrás el equipaje que me pesa y hacer por primera vez borrón y cuenta nueva. Vamos, que si el año que viene estoy en Australia o en Córdoba o Estados Unidos será como volver a nacer (ya sabéis, olvidar ESTA vida; buscar nuevos amigos, nuevas metas, escribir escribir escribir).
¿Es difícil replantearnos nuestras vidas? ¿Qué planes tenéis para el "año" que viene? Cuando acabe el verano, espero estar disfrutando de mi auxiliar de conversación en Oceanía o, si no, pasarme todo el año escribiendo. Sólo escribiendo. Con beca o sin ella. Cuéntame tus planes. A veces no nos queda más que arriesgar, ¿cierto? Y yo estoy muy por la labor, porque quien no apuesta, no gana. Otro día os hablo de fronteras y, si a alguien le interesa, de mis proyectos literarios futuros.

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17 de diciembre de 2009
Las mejores series de la Historia II
Lost. Hoy en dia no hay serie que despierte tales pasiones para bien y para mal. A las pocas horas de emisión en USA encontramos los episodios con subtítulos, y medio mundo vive con el corazón en un puño por si el final de esta serie no cumple las expectativas. En cualquier caso, lo mejor de Perdidos es el viaje, no el aterrizaje. Ninguna serie nos hará disfrutar de tantas (y tan buenas) horas de conspiraciones, aventura y misterio. Y personajes tan grandes como los ambiguos Ben, Locke o la rubísima Juliet.

In treatment. Cualquiera diría que se trata de un formato israelí, Bi tipul. A mí me da lo mismo, la verdad. Pero el hecho de que el hijo de Gabriel García Márquez la haya adaptado para HBO ha convertido a In treatment en un producto de culto impecable antes de que se estrenara. Rodrigo García tiene una sensibilidad extrema y como tal lo ha demostrado en esta producción. Innovó con el formato, prácticamente una sesión de teatro muy medido; también en la emisión, con episodios de lunes a viernes en los que cada episodio emula una sesión de terapia con un psicólogo. Densísima, cierto. Pero con sus interpretaciones afiladas como agujas y unos personajes con seis o siete dimensiones, no hay más que decir: ¡Oh, cielos, ésa es la serie que yo quiero escribir! Además, puesto que le han concedido una tercera temporada vamos a poder disfrutar de una nueva tanda de personajes que nos estremezcan y nos enseñen todas las caras que esconde la naturaleza humana.

26 de junio de 2009
Y al final...
Un buen cierre puede suponer el colofón a un producto medio o la sentencia a un producto más que prometedor. A continuación, y disculpen el retraso, voy a hablar de los finales de temporada de las series de televisión que sigo por el momento. Ah, y HAY SPOILERS:
1. Ugly Betty: vale, admito que desde el final de la primera temporada no había vuelto a morderme la curiosidad por esta chica, ni más guapa ni más fea de lo que nos quieren hacer ver, y su entorno, la revista de moda “Mode”, una de las más influyentes de NY. Recordemos que por esta serie han pasado desde Lucy Liu, Salma Hayeck (también productora) hasta Victoria Beckham. Los finales de temporada de esta serie nos vienen a demostrar cómo se pueden conjugar el drama y la comedia gracias a sus personajes entrañables, ese toque entre kitsch y camp y tramas 100% culebronescas, Ugly Betty es una comedia que siempre se despide con sabor amargo, como el chocolate con 90% de cacao. Betty ha ascendido en su puesto de trabajo, pero el amor no le va bien, los suyos no consiguen lo que anhelan y ella tampoco puede ser feliz. Sólo he echado de menos un cliffhanger a lo grande.

2. Lost: uno de los mejores finales de esta temporada, sin duda alguna, con doble episodio. Ha ganado puntos como finale con el inevitable sacrificio de personaje querido, en este caso nuestra amada-odiada y rubísima Juliet, y por el desconcierto que ha creado ante todos los espectadores (similar al del final de la primera temporada con la escotilla abierta) que provoca ese fundido a blanco tan propio de A dos metros bajo tierra. ¿Qué pasará en adelante? No nos podemos hacer ni una idea, y eso es lo que nos entusiasma de Lost.

3. Dollhouse: es de las primeras que nos dejó con su irregular primera temporada. A mí me gustó bastante la finale porque Alpha me parece un personaje apasionante (gracias al actorazo que le da vida, Alan Tudyk), por el estado en que queda Victor, porque sabemos un poco más de todos los personajes y por la eterna cuestión de las series Whedon: el potencial (ya suena a chiste). Qué mala suerte tiene este hombre al concebir las primeras temporadas de sus shows. En cualquier caso, ¿dónde quedaron esos cliffhangers made in Buffy?

4. Fringe: me quedé descolgado de la serie hacia la mitad, volví a retomarla con el tiempo y me pegué el atracón para llegar al PEDAZO de plano final, de esos que te dejan con la boca desencajada. No obstante, Fringe no me termina de convencer: tal vez porque me esperaba algo más Expediente X, más oscuro, más divertido… no sé. Supongo que la serie, y ahora más que nunca, tiene mucho futuro. Pero no es la nueva Lost ni la nueva Expediente X.

5. Anatomía de Grey: para mí, y siento decirlo, uno de los mejores finales de temporada con algunos de nuestros protagonistas al borde del abismo y con la ñoñistoria Grey-Derek aparentemente cerrada. La primera historia, por cierto, muy bien llevada todo el episodio para que recibiéramos en los últimos minutos el puñetazo en el estómago que nos tenía deparado Shonda Rhimes. A mí se me saltaron las lágrimas cuando vi a Izzie en el ascensor. ¿No querías optar a los Emmy, guapa? Pues zas, en toda la boca!
6. Medium: otro de los mejores. Demuestra que Medium no es un thriller ni una serie de misterio, sino una reflexión muy bien hecha sobre la familia (en otras palabras, Medium es a la familia lo que Buffy a la adolescencia). ¿Se supone que eso iba a ser el fin de la serie? No fucking way! Lo cierto es que, ahora que tiene la continuidad asegurada, la situación se ha puesto muy interesante y Medium es el procedimental mejor planteado que podemos ver actualmente en televisión. No hay más que ver el penúltimo episodio de esta última temporada. Eso es saber jugar con el espectador.

7. Mujeres desesperadas: ni fu ni fa; es más, decepcionante. Crean una trama entera para la temporada que finalmente resulta ser una tomadura de pelo. Saltan 5 años en el tiempo para que al final de la temporada todo esté igual que al final de… ¿la tercera? Lo único, la historia de Lynette vuelve a prometer emociones encontradas, y demuestra ser la desesperada más interesante de todas. Por lo demás, como he dicho antes, ni fu ni na. Ni un triste cliffhanger… salvo por Lynette, claro, que quiere volver a luchar por el Emmy.
1. Ugly Betty: vale, admito que desde el final de la primera temporada no había vuelto a morderme la curiosidad por esta chica, ni más guapa ni más fea de lo que nos quieren hacer ver, y su entorno, la revista de moda “Mode”, una de las más influyentes de NY. Recordemos que por esta serie han pasado desde Lucy Liu, Salma Hayeck (también productora) hasta Victoria Beckham. Los finales de temporada de esta serie nos vienen a demostrar cómo se pueden conjugar el drama y la comedia gracias a sus personajes entrañables, ese toque entre kitsch y camp y tramas 100% culebronescas, Ugly Betty es una comedia que siempre se despide con sabor amargo, como el chocolate con 90% de cacao. Betty ha ascendido en su puesto de trabajo, pero el amor no le va bien, los suyos no consiguen lo que anhelan y ella tampoco puede ser feliz. Sólo he echado de menos un cliffhanger a lo grande.

2. Lost: uno de los mejores finales de esta temporada, sin duda alguna, con doble episodio. Ha ganado puntos como finale con el inevitable sacrificio de personaje querido, en este caso nuestra amada-odiada y rubísima Juliet, y por el desconcierto que ha creado ante todos los espectadores (similar al del final de la primera temporada con la escotilla abierta) que provoca ese fundido a blanco tan propio de A dos metros bajo tierra. ¿Qué pasará en adelante? No nos podemos hacer ni una idea, y eso es lo que nos entusiasma de Lost.

3. Dollhouse: es de las primeras que nos dejó con su irregular primera temporada. A mí me gustó bastante la finale porque Alpha me parece un personaje apasionante (gracias al actorazo que le da vida, Alan Tudyk), por el estado en que queda Victor, porque sabemos un poco más de todos los personajes y por la eterna cuestión de las series Whedon: el potencial (ya suena a chiste). Qué mala suerte tiene este hombre al concebir las primeras temporadas de sus shows. En cualquier caso, ¿dónde quedaron esos cliffhangers made in Buffy?

4. Fringe: me quedé descolgado de la serie hacia la mitad, volví a retomarla con el tiempo y me pegué el atracón para llegar al PEDAZO de plano final, de esos que te dejan con la boca desencajada. No obstante, Fringe no me termina de convencer: tal vez porque me esperaba algo más Expediente X, más oscuro, más divertido… no sé. Supongo que la serie, y ahora más que nunca, tiene mucho futuro. Pero no es la nueva Lost ni la nueva Expediente X.

5. Anatomía de Grey: para mí, y siento decirlo, uno de los mejores finales de temporada con algunos de nuestros protagonistas al borde del abismo y con la ñoñistoria Grey-Derek aparentemente cerrada. La primera historia, por cierto, muy bien llevada todo el episodio para que recibiéramos en los últimos minutos el puñetazo en el estómago que nos tenía deparado Shonda Rhimes. A mí se me saltaron las lágrimas cuando vi a Izzie en el ascensor. ¿No querías optar a los Emmy, guapa? Pues zas, en toda la boca!
6. Medium: otro de los mejores. Demuestra que Medium no es un thriller ni una serie de misterio, sino una reflexión muy bien hecha sobre la familia (en otras palabras, Medium es a la familia lo que Buffy a la adolescencia). ¿Se supone que eso iba a ser el fin de la serie? No fucking way! Lo cierto es que, ahora que tiene la continuidad asegurada, la situación se ha puesto muy interesante y Medium es el procedimental mejor planteado que podemos ver actualmente en televisión. No hay más que ver el penúltimo episodio de esta última temporada. Eso es saber jugar con el espectador.

7. Mujeres desesperadas: ni fu ni fa; es más, decepcionante. Crean una trama entera para la temporada que finalmente resulta ser una tomadura de pelo. Saltan 5 años en el tiempo para que al final de la temporada todo esté igual que al final de… ¿la tercera? Lo único, la historia de Lynette vuelve a prometer emociones encontradas, y demuestra ser la desesperada más interesante de todas. Por lo demás, como he dicho antes, ni fu ni na. Ni un triste cliffhanger… salvo por Lynette, claro, que quiere volver a luchar por el Emmy.

18 de junio de 2009
Algo se muere en el alma cuando una serie se va

No es fácil cubrir el hueco de un producto asentado entre la audiencia. Cuando digo asentado, quiero decir que su sombra es tan larga que pertenece a la cultura popular, que cualquiera puede entender la mínima referencia. El súmmum de esto sería Los Simpson. TODO el mundo sabe quiénes son, conocen a Homer y saben que su mujer tiene el pelo azul más largo de la pequeña (y la gran) pantalla. Hasta tu abuela asociaría fácilmente los Simpson con esos seres amarillos. Pues bien, siempre que se acaba una de estas series asentadas, empiezan a aparecer los “herederos”, aunque nunca llegan al culmen de la serie madre y, en ocasiones, ni siquiera todo lo que se haga en todas las cadenas que existen valdrá para suplir la ausencia de una serie conclusa o cancelada. Hablaré, pues, de aquellas cuya ausencia siento más acusada…
Expediente X
Para lograr algo parecido, podríamos mezclar en la túrmix Bones (por lo de la química y TSNR) con Fringe y Sobrenatural (por lo de ciencia-ficción/paranormal) junto con una buena procedimental (no olvidaremos los monsters of the week). Vamos, que conjugar todo esto y añadir la dosis de frikismo, terror e intriga de Expediente X no se ve posible por ahora.

Buffy Cazavampiros
La serie kitsch por excelencia, llena de personajes entrañables, diálogos ingeniosos y ¡vampiros! La perfecta radiografía metafórica de la adolescencia… eso y mucho más es Buffy. Desde los peinados imposibles de Sarah M.Gellar durante la primera temporada hasta los dramas metafísicos que supusieron las últimas. Todos teníamos puestos los ojos en Joss Whedon, y aunque Angel seguía por los mismos derroteros, no era Buffy: le faltaba humor y una chica rubia. ¿Veronica Mars? Rubia y detective en un instituto… le faltan los vampiros y amores imposibles y dramas de querer morirse. ¿True Blood? No, Sookie es demasiado parda y no hay química, es pornovamp de lujo para gafapastas. Firefly era lo nuevo de Whedon, nada que ver con Buffy, y Dollhouse, para qué negarlo, ha sido una auténtica decepción. Nunca superaremos la pérdida de B. Y no, el capítulo musical de Scrubs no está a la altura de “Once more, with feeling". ¿Cuál es el heredero de Buffy, Sobrenatural o Torchwood? Y que nadie diga Embrujadas ,o yo mismo le escupiré en la boca.

A dos metros bajo tierra
Una familia con una funeraria, drama teñido de comedia negra… En Pushing Daysies había muertos, funerarias y comedia, pero NADA le llegará a A dos metros bajo tierra a la suela de los zapatos. Pues no le da ahora a Alan Ball por llegar con una historia de vampiros folletinescos (en todos los sentidos) de serie B con chacha paleta de por medio… Hay muchas familias disfuncionales (Weeds, Big Love…), personajes adictos al sexo (Hank Moody), pero la suma no lo consigue.

Urgencias
Su mayor rival, Chicago Hope, nació el mismo año que ella y acabó mucho antes. Que una serie de hospitales alcance las 15 temporadas dice mucho de ella. TODAS las series de médicos. House es la versión descafeinada de Romano, y Anatomía de Grey es tan sólo un culebrón bastante simple, un Melrose Place entre quirófanos. Ahora dicen que viene una avalancha de series de médicos/hospitalarias, pero jamás serán suficientes para suplir la ausencia de la serie de Crichton y Spielberg. Ahora viene Jackie Nurse (la versión femenina de House?), Royal Pains (según Casciari, mala, mala…) pero yo no quiero nada de eso.

¿Y a vosotros? ¿Se os ocurren series irreemplazables? No vale Lost, de la que hablaré próximamente. ¿Me recomendáis series que palien la ausencia de las que acabo de mencionar?
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Usamérica
11 de marzo de 2009
11-M
Ayer, sin ser consciente de la fecha, hablaba del país del miedo. El día de lo de Atocha yo estaba de viaje con el instituto, no tenía ni idea de lo que pasaba, todo era una horrible incertidumbre, llamadas furtivas y sms, comentarios en el autobús de dos plantas, incluso alguna alerta del conductor en un (por entonces) completamente incomprensible italiano. Y hoy, 5 años más tarde, la noticia que nos despierta no es ésa, sino una mucho más alentadora:
Oséase esto
La canción, vale, macabro, pero puestos a ser triviales, a frivolizar con el tema, yo, que soy un frívolo, la canción del día. Hoy he puesto el mp3 y la primera canción por defecto ha sido "Recuerdo" de Ismael Serrano en acústico, pero la segunda, y juro y perjuro que estaba en modo aleatorio, ha sido ésta:
Actualización: y emitida DE PRINCIPIO A FIN
__________________________________________________________________________________________________
Actualización: viernes 13, muajajajajaa
Gracias a la colaboración del gran Sunne he descubierto otra canción que venía a dedo:
Y desde aquí quiero dar las gracias a uno de los bloggers que más sigo últimamente, el blog de Vértigo, que además me ha premiado con esta joya:

Muchas GRACIAS!!!
Oséase esto
La canción, vale, macabro, pero puestos a ser triviales, a frivolizar con el tema, yo, que soy un frívolo, la canción del día. Hoy he puesto el mp3 y la primera canción por defecto ha sido "Recuerdo" de Ismael Serrano en acústico, pero la segunda, y juro y perjuro que estaba en modo aleatorio, ha sido ésta:
Actualización: y emitida DE PRINCIPIO A FIN
__________________________________________________________________________________________________
Actualización: viernes 13, muajajajajaa
Gracias a la colaboración del gran Sunne he descubierto otra canción que venía a dedo:
Y desde aquí quiero dar las gracias a uno de los bloggers que más sigo últimamente, el blog de Vértigo, que además me ha premiado con esta joya:

Muchas GRACIAS!!!
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