2 de julio de 2009

Te quiero, tío


Sucede con los hombres que les cuesta admitir sus sentimientos hacia personas del mismo sexo, algo en lo que las mujeres nos llevan muchísima ventaja: no hay más que ver un episodio de Sexo en Nueva York, serie creada por un hombre. No obstante, más allá de la familia, los negocios o la simple camaradería (Ocean’s eleven, Doce del patíbulo), la amistad masculina no se ha estudiado con mucho detenimiento. Bueno, o no hasta que llegó la factoría Apatow. Todo comenzó con Freaks and Geeks, serie de televisión que se centra en los típicos loosers del instituto; a ésta le siguió, también en la pequeña pantalla, Undeclared. Hace unos años nos llegó la desternillante Supersalidos con una nueva forma de entender el cine, y más precisamente la comedia. Amigotes de instituto salidos hasta más no poder que se centraba en los tíos, siempre relegados a meros objetos de adorno en la comedia romántica, de lo que se trata precisamente Lío embarazoso (para el que escribe estas líneas, la mejor) o Paso de ti. “Comedia romántica para chicos”, tal y como las llama Nando Salvá de Cinemanía.

¿A qué viene el discursito sobre los chicos Apatow? Te quiero, tío bebe tanto, tanto de los productos que acabo de citar que es ineludible hablar de ellos. Tenemos a Paul Rudd (sí, el novio de Phoebe ^^) como prototipo de chico del siglo XXI: educado, sensible, extremadamente respetuoso con su novia… que no tiene amigos. Y se va a casar, pero no lo puede celebrar con nadie porque todos los tíos que lo rodean son meros conocidos, gente con la que no ha llegado a entablar una amistad de verdad. No obstante, las mujeres lo adoran. Así pues, se propone encontrar a un amigo de verdad, un tío como ya no los hay, pero es la amistad la que llega hasta él con la forma del grandullón Jason Segel (conocidísimo como Marshall en Cómo conocí a vuestra madre y por su vis cómica), un tío que se toma la vida a la antigua, sin miramientos. Aparentemente sólo le importan cosas tan banales como la música, el sexo y todo lo que sea un entretenimiento tonto. A nuestro joven metrosexual se le abre un mundo lleno de posibilidades que hasta entonces no había contemplado, y desde entonces comienza a pasar horas con su amigote tocando el bajo, comiendo lo que sea o tirados en el sofá.
Si a esto le sumamos los celos que despierta nuestro grandullón en la novia del protagonista, que tienen una boda que organizar, que el trabajo da muchos calentamientos de cabeza y las reuniones familiares pueden volverse tensas, los momentos divertidos se suceden con naturalidad. Naturalmente, el film despega con la aparición de Segel, nuevo rostro de la comedia que pronto eclipsará a clásicos como Jim Carrey o Ben Stiller. El humor de la película es gamberro, en ocasiones algo escatológico, pero efectivo. Además, el guión es un acertado análisis de la amistad entre hombres, de las relaciones de pareja y de cómo a veces ambos frentes pueden chocar desarmando a un pobre inocente. Una película gamberra y tierna, entrañable.

pd: impagables los guiños a HBO (it’s not tv, it’s HBO!) y a Lost, e imperdonable el doblaje: a veces daba vergüenza ajena y uno no sabe si era la intención del director o debido al doblaje :S

Nota: 7

1 comentario:

  1. A mi me encantó tio y estoy de acuerdo con ese 7.


    spoilers:::


    ¿No me dirás que o fue bueno el momento "comete esto!!!" buahhhhrggg"? jajajaja

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