No deja de tener cierta justicia poética todo esto. Verán, el Aliatar (Granada) era en su origen un teatro, más adelante se convirtió en cine que, amenazado por los multicines y cadenas de empresas mayores, servía de reducto a los amantes del cine menos comercial, véanse europeo, español, independiente... Hace tres o cuatro años la sala, que mantenía la forma de teatro, tuvo que cerrar y se convirtió parte en tienda de ropa y parte en cafetería. ¿Y esto a cuento de qué viene? Ese café mantuvo una de las pantallas del cine intacta. Esta semana, gracias al festival de cine clásico Retroback, la sala le devuelve el favor al séptimo
A lo largo de esta semana, encuadrada dentro del festival que retrotrae a toda Granada a la época del Hollywood dorado, se encontraba esta actividad paralela. Un sexteto de lujo, la proyección en ciclo de la película que nos ocupa y el trabajo de un grupo de actores caracterizados como debiera ser el café en la película hacen posible la magia de sumergirnos de lleno en un ambiente de cine. Ya saben, jazz de película, apuestas, cócteles, cigarrillos e interacción con los presentes. Una propuesta que ha tenido muy buena acogida y que aquí servidor pudo disfrutar ayer mismo cuando debería estar en la biblioteca. Os dejo unas imágenes de lo que nos dejó la noche en el Rick's Café. Igual encontráis a Bogart:
quiero estar en Granada :-(
ResponderEliminarSil
Ojalá supiera hacerlo mejor quillo pero intento estar en los malos momentos siempre sean amigos o no de las personas que conozco.
ResponderEliminarEres grande guerrero.
Un abrazo
Y grande Amenabar, viene al Festival de Málaga.
Mejor Aliatar que Avatar :)
ResponderEliminarContiene mas imaginación y mas cine!
¡Qué chuloooooooooooo! Y eso que a mí Casablanca no me gusta mucho, pero... Joé.
ResponderEliminarDesde el Caribe.
Que guay!!!
ResponderEliminarque no daría yo por verte en las fotos de ese café :)
por cierto, no noto cuáles son las fotos de pantalla o las de salón, je,jé
besin