17 de julio de 2010

Y se va, se fue...

Eso canta Bebe. Bebe es una mostrua que se ha marcado un discazo, pero nadie le echará cuentas porque ya no la pinchan en los Cuarenta a diario.
De todos modos, yo no venía a hablar de esto. Voy a hablar de los días, de la aventura, de los sueños... De que Blanquita está dormida a mi lado de la cama y de que mañana comienza todo: me voy a Bristol con dos compañeros: mi mp3 y mi Olympus (con dos tarjetas de memoria) y muchos planes: vivir la vida británica hasta desfallecer, visitar el Tesco o el Sainsbury's y llorar mucho. LLorar de alegría porque será como volver. La última vez que pisé Reino Unido fue en Bristol, junto a una de las personas que más quería antes de que me echara de su vida. Creo que no lo superaré. Soy un romántico.
Pero veré a otras de las personas a las que más quiero: Belén y Eleanor, si todo va bien... Aunque no tengo dinero, pero no me importa comer poco. Tengo alojamiento y las clases pagadas, y debo viajar. ME lo debo.
Nadie en el mundo puede hacerse una idea de las ganas que tengo de viajar después de hace dos años, cuando sobrevolé toda la Península desde la camilla de un avión clínico. Ahora las perspectivas son distintas: no me llevo a nadie bajo mi responsabilidad y no tengo miedo al lugar, al idioma, al qué pasará...
Nos vemos en 3 semanas ;)

Me llevo esto en la maleta

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