25 de agosto de 2008

life goes on


Nunca he sudado tanto
para ganar la medalla,
ni siquiera la toalla.
No obstante, el dios
del perpetuo infortunio
amaneció un día a mi lado
haciéndome a un lado en la cama
y ahora parece decir,
como un consejo más que como una orden,
que arroje la toalla.
Mas procuro no engañarme,
ya que los dioses no saben de consejos:
se lo dieron todo hecho.
Que se mueran los mitos y los dioses,
y que arrastren con su caída nuestra
maleable humanidad
no al antojo del Sino,
sino donde mueren
los recuerdos de los niños que
no llegaron a nacer.

3 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho, pero es muy triste, ¿no?

    Un abrazo enorme, crack!

    ResponderEliminar
  2. el que decía que no era poeta... para lo que han dado los 20, ehh? estoy deseando abrazarte con tu nueva cifra.

    tenemos pendientes demasiadas cosas.
    Un beso enorme.
    te espero en cordoba ;)

    ResponderEliminar