15 de septiembre de 2016

Poetas portugueses II: Sophia de Mello Breyner Andresen

Cuando muera volveré para buscar
los instantes que no viví junto al mar.


Lisboa
Digo:
«Lisboa»
cuando atravieso -venida del sur- el río
y la ciudad a la que llego se abre como si de su nombre naciese
en su inmenso lucir de azul y río
en su cuerpo amontonado de colinas
la veo mejor porque la digo
todo se muestra mejor porque digo
todo muestra mejor su estar y su carencia
porque digo
Lisboa con su nombre de ser y de no ser
con sus meandros de espanto insomnio y lata
y su secreto rebrillar de cosa de teatro
su conniviente sonreír de intriga y máscara
mientras el amplio mar a occidente se dilata
Lisboa oscilando como una gran barca
Lisboa cruelmente construida a lo largo de su propia ausencia.
Digo el nombre de la ciudad
digo para ver.

Navegaçoes, 1983
(traducción propia)

Algarve
1
La luz más que pura
sobre la tierra seca
2
Quiero el canto el aire la anémona la medusa
el recorte de las piedras sobre el mar
3
Un hombre sube el monte dibujando
la tarde transparente de las arañas
4
La luz más que pura
parte su lanza

Livro Sexto, 1962
(traducción propia)

La casa
La casa que amé fue destrozada
La muerte camina en el sosiego del jardín
La vida susurrada en el follaje
Súbitamente se rompió no es mía.

Dual, 1972
(traducción propia)

Mar
I
De todos los cantos del mundo
Amo con un amor más fuerte y más profundo
aquella playa extasiada y desnuda,
donde me uní al mar, al viento y la luna.
II
Huelo la tierra los árboles y el viento
que la primavera llena de perfumes
pero en ellos sólo quiero y sólo busco
la exalación salvaje de las olas
subiendo hacia los astros como un grito puro.

Poesia, 1944
(traducción propia)

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