Nombre: Javier
Domingo
Edad: 30
Ocupación: Arquitectura
y cosas de esas.
¿Qué haces ahora
mismo?
Busco poner en práctica aquello en lo que creo. Y creo en el
arte y la arquitectura participativa como herramientas de cambio/dinamización
de las sociedades; y que actuando de este modo en el espacio público, es
posible mejorar los vínculos de la gente con el que lugar en el que vive.
¿Dónde vives?
Ahora en Zaragoza, aunque siempre temporalmente.
Ahora en Zaragoza, aunque siempre temporalmente.
¿Te dedicas a la creación? ¿Qué te ha llevado a ello?
Por lo menos he decidido trabajar del modo que lo hacen los creadores. Un artista o un escritor tiene un proyecto personal, algo que contar y dedica mucho tiempo a ello. Un proyecto de arquitectura, al igual que una novela, requiere de mucho tiempo y esfuerzo para conseguir algo con lo que estar medianamente satisfecho. Todo ese esfuerzo caerá en saco roto si no se consigue que un promotor construya el proyecto o que un editor publique la novela, pues sin esto nunca nadie podrá disfrutar de tu obra.
Esta consabida frustración solo puede sobrellevarse siendo
consciente de ello, entendiendo que tu trabajo es tu fin en sí mismo, tu pasión
y/o tu terapia. Yo necesito trabajar así y disfruto de ello.
Prefiero mil veces no participar en ningún proyecto de
arquitectura como tal, a hacerlo en uno que no me apasione.
¿Crees que lo que haces es importante?
Creo en la capacidad de la arquitectura para mejorar la vida
de las personas, pero también en su capacidad de empeorarla. Y eso es
importante.
¿A quién admiras? ¿Por qué?
¿A quién admiras? ¿Por qué?
Podría nombrarte muchos personajes con cualidades realmente
auténticas, pero me quedaré con un nombre propio: José Antonio Labordeta. Por su valentía, audacia y rebeldía… capaz
de dar esa bofetada con flores que tanto echamos en falta.
¿Te cuidas de algún
modo?
Me cuido y también me descuido. Pero no voy a revelarte mis
secretos, solo te diré que nunca como en un McDonald's, he
desintonizado Telecinco de mi televisor y me hago las ingles una vez por
semana.
¿Crees en el amor?
Si.
Si.
¿Y en Dios?
No, pero en ocasiones me gustaría poder hacerlo. Si así fuese, lo que es seguro es que elegiría cualquier dios perteneciente a una religión que no fuese la católica. No por nada personal sino por mera cuestión estadística. Al decantarme por un dios, seguro que el resto no se lo tomarían a bien, y si luego va y resulta que alguno de ellos realmente existe, por lo menos el dios de los cristianos sabría perdonarme.
Por lo que tengo entendido ese es su trabajo.
¿Me recomiendas un libro, una película y un disco de música?
Globalia (Jean-Chirstophe Rufin), Pranzo di Ferragosto (Gianni Di Gregorio), Pequeño (Enrique Bunbury).
Viajemos en el
tiempo. ¿Cómo será tu vida en diez años?
¡Diez años no es nada! Ni tengo planes tan a corto plazo, ni tengo
las llaves del DeLorean para comprobarlo. Lo único que sé es que será distinta
y que de momento, me gusta vivir con esa incertidumbre.
¿Consumes algún tipo
de sustancia estimulante (alcohol, drogas)?
Sobretodo vino, pero
casi nunca con objetivo de estímulo. Y casi siempre barato.
¿Qué es lo más bonito
que te ha pasado?
Una sonrisa, una mirada…
Una sonrisa, una mirada…
¿Y lo más triste?
Desengaños de amores, de la muerte vivida en las propias
carnes…
¿Quiénes son tus
artistas preferidos?
Son muchos y muy variados: Archigram, Alison y Peter Smithson, Charles y Ray Eames, Rem Koolhaas, Picasso, Goya, Louise Bourgeois, Orson Welles, Groucho Marx, Charles Chaplin, Al Lewis, Anthony Quinn, Bob Dylan, John Lennon, Elvis Presley, Joaquín Sabina, Eduardo Mendoza, José Luis Sampedro, Ivà, Juan Tamariz…
Son muchos y muy variados: Archigram, Alison y Peter Smithson, Charles y Ray Eames, Rem Koolhaas, Picasso, Goya, Louise Bourgeois, Orson Welles, Groucho Marx, Charles Chaplin, Al Lewis, Anthony Quinn, Bob Dylan, John Lennon, Elvis Presley, Joaquín Sabina, Eduardo Mendoza, José Luis Sampedro, Ivà, Juan Tamariz…
¿De qué te arrepientes?
De nada, siempre hago lo que quiero y deshago lo que más quiero.
Tu relación con la política, si la tuvieras…
No pienso que la cosa trate tanto de izquierda, de derecha o centro... se trata más bien de arriba y abajo. Sabemos quiénes estamos abajo, ¿por qué no se identifican quienes son los que están arriba para actuar consecuentemente? Ellos nos están robando la política, los que con sus sofisticadas herramientas han conseguido tener en sus manos el futuro de tantos. El cual depende ahora de oscuros fondos de inversión y de bancos a los que nunca les han preocupado ni lo harán, ni los desahuciados, ni los 5 millones de parados en España, ni la sanidad, ni la educación. A pesar de que es fácil el desencanto con estos políticos, que mientras se culpan los unos a los otros, son cómplices de todo ello, como ciudadano estoy convencido de la extraordinaria necesidad, quizá más que nunca, de la política. Es la que debe garantizar los derechos fundamentales, a los que yo no quiero renunciar.
Los jóvenes de hoy en
día… ¿qué?
Somos jóvenes, como en todas las generaciones: unos que bostezan
y otros que aúllan. Me molesta que se identifique a toda una generación con
personajes como los de Gandía Shore. De éstos los ha habido siempre y son los
menos... si no, ¿a ver cómo se explicaba antes lo de los tunos?
Va, cuéntanos, ¿en qué estás trabajando?
Ando metido en varias cosas, algunas muy chulas. Ahora estoy
acabando una propuesta para un espacio escenográfico de una compañía de teatro
que prepara una obra en plan Reservoir
Dogs. En la que los matones y los ladrones que atracan bancos son
sustituidos por banqueros y políticos profesionales sin escrúpulos, gente que
día a día ordena desahucios, rescates millonarios, amnistías fiscales y
recortes educativos. Estoy muy ilusionado con este proyecto y espero que salga
adelante.
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