Nada puede asombrar a un norteamericano
Julio Verne
Tal vez por eso de que me gusta contradecirme os traigo otra oportunidad para que me lo recordéis. Siempre he soñado con viajar a Australia, la típica pregunta (infantil, en todo caso) de ¿cuál es tu país favorito? Venía siempre seguida, sin una respiración entre medias, de un AUSTRALIA automático. Con esa pasión arrastraba al que estuviera al lado y le hablaba de las maravillosas costas, del surf, los marsupiales, los arrecifes de coral, animales únicos y un gran desierto propio del mejor… ¿western? Espera, aquí pasa algo.
western
Nunca me gustaron estas películas hasta hace un par de años. Poco antes tuve conocimiento de algo que me atenazaba en lo más hondo, como llamándome desde que era pequeño y repetía sin cesar Jose Alberto, Jose Alberto, porque sabía que tal vez si me decía Jose no le haría ni caso. Y heme aquí que caí como la mosca en la red, de lleno, y no pude despegarme. Hablo del cine, de lo que he comentado cientos de veces ya, vía blog o en persona, o peor aún y más pesado, en carta. Que me enamoré. Después vendría la enfermedad. Siempre he sido malo, peor que malo, fatal, recordando nombres y fechas y todas esas cosas inútiles de recordar si se pueden encontrar en los libros. Pero me empapé, y parecía que las letras de esas revistas de cine que compraba (y compro) irremediablemente cada mes se colaran por mi piel hasta llegar ahí mismo, al cerebelo, para trepar al cerebro haciendo ejercicios de trapecista.
________Antes leía la Quo. Antes de la Quo, cuando aún quedaba en mí algún resquicio que soñaba con ser pintor-dibujante, la Dibus. Antes, el vacío: algún número suelto de la Dragon Ball y poco más, lo normal. Lo de la Quo sucedió a esos días de verano en los que cogía el periódico que compraba a diario mi tío y me ponía a leerlo desde chico, y mientras otro se revolcaba en la arena o hacía volcanes (que yo también, oye, ¡y qué volcanes!), ahí que me quedaba riéndome con las viñetas de Mesamadero a las que no les encontraba sentido. Cuando empecé a entenderlas me vi obligado a poner el punto de mira en esa revista de aspiración científica que era la Quo, en la que de cada 2 números, 3 acababan hablando de sexo de una manera u otra. Imposible obviar las tórridas historias con los complementos veraniegos…
________Pero después fue a peor, porque me vicié a la Fotogramas y a la Cinemanía, y entonces no podía seguir el ritmo de 3 revistas mensuales, así que sacrifiqué la ciencia a favor de las artes (ahora que lo pienso, parece que esta dinámica se repite en mi vida: la elección de carrera fue algo parecido –y permitidme englobar la traducción en el ámbito de las artes-). También seguía como loco el programa de Cinemanía del difunto Canal + (tal y como lo conocíamos). Somos muchos los que añoramos cosas tan grandes como Lo + Plus. Y a todo esto sumadle el programa de Gasset Días de cine, Cartelera… todo lo que implicara alguna relación con el tema. Me dio por reconocer nombres de películas, directores, reparto… incluso en algunos casos productores y demás datos sin interés. Y todo esto sin ver cine. Me parece que hoy intento condensar mucho en poco espacio, y ya sabéis eso de quien mucho aprieta… pero nada, no hay prisas. Volvamos a salirnos de la tangente.
Drew, Drew, cuánto ha llovido desde ET...
________¿Por qué cojones tuve que ser así? Me refiero, si mi vida no hubiera estado predefinida desde antes de nacer, ¿quién es el guapo que viene y me dice que no sería una persona totalmente distinta de haber nacido en otro sitio? No estoy hablando de irme muy lejos, no digo Nueva York, no digo Londres, ni siquiera Barcelona. Pongamos que yo hubiera nacido y crecido en Granada. ¿Hubiera seguido siendo el mismo despropósito de persona que se pierde por los estrenos del mes? Probablemente en Granada habría alguna posibilidad de explotar cierta gracia en esto del dibujo, de modo que pongamos que no hubiera abandonado la Dibus, ni el dibujo, y estuviera en una escuela de arte dando rienda suelta a la imaginación. Esto, a su vez, despierta la duda de si ahora escribiría, que es lo que empecé a hacer a medida que abandoné el dibujo. Lo mismo ni se me hubiera pasado por la mente, quién sabe. O quizás no, quizás debido al aumento de posibilidades habría escribiría desde más pequeño, visitaría más la biblioteca, me colaría en ciclos de cine para universitarios antes de alcanzar la mayoría de edad y seguiría los planes alternativos de la concejalía de juventud para que la gente haga algo gratis antes de irse de botellón aunque de todos modos se irán de botellón por mucho que se empeñen en creer que tras visitar los bosques de la Alhambra de noche ya se te pasan las ganas de irte por ahí a beber como un descosido. La otra cuestión que surge, así, por poner otra que me viene de repente: ¿tendría tanta necesidad de ver cine como tengo ahora tras vivir durante 18 años en un pueblo cuyo cine más cercano está a media hora en coche y donde no hay videoclub? ¿Va en función de la persona o de las circunstancias? ¿Tal vez el hecho de tenerlo tan cerca haría efecto de globo pinchado y esa necesidad imperante se habría desinflado a fuerza de tenerlo ahí? O ya, para rematar: ¿el hecho de crecer en una ciudad me habría hecho olvidar la admiración que siento por un país del que todo me parece grande, Estados Unidos?
¿Ni cine ni videoclub? :O
ResponderEliminarNo me extraña que ahora te sumerjas tanto en el tema cinéfilo ;) Será cuestión de trauma pre-adolescente. XD
Un abrazo compañero!!!
Estoy descubriendo a Damien Rice punto tengo ganas de verte punto emoticono feliz
ResponderEliminarNo te comas la cabeza, eres quien eres y punto. Y te lo dice alguien a la que le da por hacer justo lo mismito...
ResponderEliminarUn besote rubiales
Me sitúo en algún punto de la nueva Roma.Pongamos Idaho,o Montana,o en el mismísimo corazón de Arizona. Me cuelo cuan Casper por habitaciones,residencias,incluso sobrevuelo el océano siguiendo a Dori para llegar a Sidney.Y lo noto en cada mirada que veo,y me piden que les explique,que les cuente,pero me siento incapáz,no podría con palabras decirles que es la Alhambra.
ResponderEliminarCreían que podrían saberlo a través de una pantalla,pero descubrieron que el cine no lo puede todo :)
El año que viene ya sabes! Aquí en el Festiva!!!
Un abrazoo!!
yo no me había planteado estas cuestiones, pero yo creo que si hubiera nacido en otro lugar seguiría tal como estoy ahora. Quizás hubiera tenidos otras oportunidades antes de hacer lo que quería, pero mis pasiones (por llamarlo de alguna manera) estoy casi segura de que segurían siendo las mismas. Eso va dentro de uno. O eso quiero creer...
ResponderEliminarAhora conseguirás que me coma la cabeza...
Besotes guapetón. Muchos, que hacía tiempo que no pasaba