16 de noviembre de 2011

Por qué dejé Facebook


Abrí mi cuenta de Facebook en 2007, hace ya cuatro años. Antes de ello, no la necesitaba. Las redes sociales apenas existían, si bien yo ya contaba con mi cuenta en Twitter (por el mismo tiempo abrí ambas). A ver, ¿por qué abrí mi cuenta en FB? Básicamente, por cuestiones académicas. En septiembre me iba a vivir a Swansea, Gales y en la carta/pack de bienvenida, la Universidad de Gales recomendaba abrir una cuenta en dicha red social, ya que algunos profesores y alumnos/asociaciones. Nada más llegar a Swansea, comencé a conocer gente. En cada fiesta, cada paseo, cada momento conocía nuevas personas con las que habría de componer mi vida durante unos meses. Era fácil tener a todo el mundo a mano y contactar con ellos de manera gratis, enviar correos multitudinarios, organizar eventos... Me hice al Facebook. Además, era el mejor modo para compartir las fotos de cada fiesta o reunión. Además, lo utilizaba (aunque en menor medida) para mantener el contacto con mis mejores amigos, si bien era innecesario ya que teníamos otros medios para ello. Entonces llegó Tuenti, que parecía el hermano tonto y pobre de FB. Siempre hice una gran distinción entre ambos: en FB había gente interesante, con estudios, con algo que aportar; en Tuenti, gente que había pasado por tu vida con mayor o menor fortuna. En definitiva, Tuenti siempre me dio cierta tirria frente a la enorme funcionalidad y adicción que provocaba FB. La adicción: el ser humano es cotilla por naturaleza, eso está demostradísimo. Yo no tenía especial interés por las vidas de mis "amigos", que ésa es otra, en FB. Sobre todo utilidad: mantener el contacto con los amigos internacionales después de Erasmus, modo cómodo y ágil de estar informado sobre todo (seguía periódicos, blogs, páginas web, personas interesantes como escritores, músicos, actores...), forma de desahogo. Facebook creció en detrimento de los blogs, que se estancaron y especializaron. Ya sólo tenían blog las personas que los utilizaban con un fin muy concreto, ya fuera profesional o de carácter lúdico, pero ante todo muy especializado: blogs de música, de cine, televisión, literatura, cocina... FB como plataforma profesional es un gran invento. Un vehículo maravilloso para conocer a otros artistas de tu ámbito. Así, era pan chupado hablar de tú a tú con otros escritores, editores y/o traductores. Nos abría FB las puertas a un mundo profesional muy competitivo donde era preciso estar siempre online. Entonces llegó el desbordamiento. Si tu FB dice que tienes 800 amigos, probablemente de esos 80 sólo 30 sean amigos reales. El resto son contactos, números que se han cruzado en tu camino alguna vez y ahí siguen. En el mundo alglosajón FB había avanzado de un modo bastante más lanzado que en nuestra cultura. La gente, será una cuestión cultural, se dice las cosas a la cara y en público, se bloquean entre sí, se eliminan. Creo que no hay nada más rastrero que eliminar, bloquear a una persona. Como si fuera en el mundo real posible pulsar una tecla y borrar del mapa a alguien. Es la parte más sucia de FB, que la hipocresía, la sed de sangre son más reales que en el mundo real. Ese juego no me gusta. No quieres ver algo, lo bloqueas. En el mundo, si no quieres ver algo, aparta la vista. Yo estaba muy enganchado a FB. Como digo, hace cuatro años esa adicción, esa necesidad no existía. Tampoco necesitaba, tal vez, plataforma profesional como tal, pero ante todo la necesidad de vivir constantemente las vidas de personas que me son más o menos cercanas. Por eso, decidí cerrar mi cuenta. Fue en un día, sin haberlo pensado antes, tras pasar tiempo con unos buenos amigos, que me di cuenta de lo inútil de una red social para mantener las relaciones sociales, tanto más en una época en que es tan fácil sacarlas adelante. Llevo casi dos meses limpio y no ha habido NI UN DÍA en que me haya arrepentido de la decisión de abandonar Facebook. Ya cerré en su momento Tuenti, pero FB era la decisión determinante. Lo último que me hizo decidirme fue el hecho de que, justo antes de cerrar la cuenta, la red social trató de hacerme chantaje emocional con las fotografías de mis amigos y la pretensión de que, de cerrar la cuenta, me echarían de menos. Entonces hice el click definitivo. Vivimos una época de mierda, cierto. Pasamos horas y horas delante de ordenador, y lo llamamos vida. Yo sigo pasando horas frente al ordenador, a quién pretendo engañar, pero desde que cerré FB escribo más literatura, escribo más emails, más cartas, leo más... en definitiva, soy un poco más libre de necesidades ficticias que nos crean. Una vez has dado el salto, no hay vuelta atrás. Vuelas.

7 comentarios:

  1. pues... te felicito tio, de verdad, yo no he dado de baja mi facebook, pero si he tomado la determinacion de usarlo de otra manera, así mi cuenta personal ha sido practicamente abandonada y estoy utilizando el facebook solo para publicar mis cosas de otras páginas. Espero tarde o temprano salir de esta droga como lo has hecho tu, no creo que tarde mucho o eso espero. Saludos.
    P.d. Yo con seguirte por tu blog tengo suficiente, soy fan de tu forma de escribir y de expresar las cosas, eres un crack tio.

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  2. Muchas gracias, Yas. Seguimos en la trinchera sin FB o con FB, porque lo nuestro es la palabra. Eso no nos lo quita nadie. Un abrazo, amigo :)

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  3. Tenia razon el Facebook, si te echo de menos, pero a la vez te admiro por tomar ese paso...a ver si llego yo a hacer lo mismo, que estoy deseando volver a tener control total de mi tiempo, mi cabeza, mi motivacion... Prometo escribirte/hablarte pronto, lo de hacer un doctorado es mas complicado de lo que parecia, al igual que una novela supongo ;) De todas formas me alegro de haber encontrado tu nuevo blog (ha sido por casualidad, como ya no puedes promocionarlo en tu Facebook) y de leerte.

    xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx

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  4. Yo sigo enganchada, aún no he conseguido la pastillita que me quite el mono, pero bueno te sigo por aquí. No te vas a escapar tan faciclmente. 1 besote.

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  5. Eleanor, sigo esperando tus palabras, aunque el blog no es ninguna novedad :P

    Jara, cariño, no hay pastilla, sólo mucha voluntad. A ver si le ponemos voluntad a vernos un día de estos.

    Besazos a las dos :D

    J.

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  6. Nosotros nos encontramos día sí y día también :D

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