6 de marzo de 2012

Cómo están las cosas

Es miércoles. Ya es marzo. Este año, se adelanta la primavera. Están los almendros en flor (al menos uno que hay junto al canal de la Residencia). Mi vida no para, yo no paro. A veces pienso de más, a veces de menos. No me enamoro, nadie se enamora de mí. No vinimos aquí a enamorarnos, ¿cierto?
     Leo menos de lo que debería. Releo Peter Pan, también novelas sobre adolescentes (Submarino o Crezco, por ejemplo). También leo poesía, El eco anticipado de Carlos Contreras Elvira y toda la poesía de Javier Egea en la maravillosa edición de Bartleby editores. Leo, cómo no, la promesa de moda, Fresy cool de Antonio J. Rodríguez. Una parte me gusta; la otra, no.
     Escribo de todo, y cuando digo todo es todo. Escribo novela, poesía, cuentos, relatos, artículos, críticas de cine, exposiciones. Este mes entrego un relato para un ebook, un artículo para una revista, un cuento de terror para otra antología, doy dos clases sobre Peter Pan en un instituto de Madrid, doy una charla sobre mitos y literatura en la biblioteca de Vallecas, tengo un encuentro con estudiantes de Linares... Me detengo y respiro. Retomo el poemario para no olvidar y corrijo El Desencantador, que para algo la acabo de terminar. No me convence una parte. Igual toca reescribir.
     A veces tengo visitas. Me gusta tener visitas: que si un amigo finlandés, que si amigas francesas, que si que si, que si tú, que si yo... Me gustaría poder viajar más, tener el dinero ahora que tengo el tiempo. Me voy a LIsboa el jueves, puede ser un comienzo. Reunirse con amigos de siempre, con amigos que están a todas horas a pesar de la distancia, a pesar de las letras. Descubrir Lisboa con escritores, recitar, tal vez...
     No voy al cine muy a menudo porque el presupuesto no lo permite, pero ahora mismo hay en cartelera muchas películas que valen la pena. Propongo, por resonancias, por proximidad, por fetichismo, Mi semana con Marilyn, Shame y Chronicle. Esas tres han de caer con sus respectivas críticas.
     Tengo perspectivas de grandes cosas, planes ingentes y exagerados. Si todo sale, me quedan unos años la mar de productivos. De momento, 2012 apunta maneras. No dejo de sembrar; ahora toca cosechar. Luego, el banquete fetén.

3 comentarios:

  1. Me gustaría contagiarme de esa actividad febril, de esa voluntad para escribir, corregir, leer, pero quién te dijo que no te puedes enamorar, Madrid en primavera es la ciudad perfecta para ello (cualquier ciudad en realidad). Y si quieres ver más almendros en flor, acercate a la Quinta de los Molinos, sólo son unas cuantas paradas de metro. Buen viaje a Lisboa y buena siembra.
    Un abrazo

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  2. Primavera... quién la cogiera! Espero que pronto la tengamos por aquí. Y para cuando tengas tiempo, hay una poetisa rusa muy famosa, Marina Tsvetaeva, aunque sea traducida, creo que te gustará

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  3. Julio, Inés, el amor está sobrevalorado.

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