3 de marzo de 2021

Ganador del Concurso Historias Pulp 'El exorcista'


Hace unos meses anunciaba aquí mi intención de volver a la escritura de cuentos y relatos. Aunque dicha decisión no se tradujo en tantas historias como preví, algunas de ellas comienzan a dar sus frutos. Sin ir más lejos, ayer me anunciaron que soy ganador del concurso que organiza Historias Pulp, en su quinto número con un monográfico dedicado al universo cinematográfico de El exorcista.


Me llevaron a participar en esta convocatoria varios motivos. Por un lado, la publicación en un número entero dedicado a un tema que me interesa, donde se conjugan artículos que orbitan en torno a la historia de Regan MacNeil y los padres Karras y Merrin. Segundo, que se tratara de una publicación especializada. Como lector de literatura de terror y autor de género, siempre he tratado de romper una lanza a favor de quienes apuestan por mantener viva la dignidad y relevancia del terror. Hay proyectos valientes como Saco de Huesos, con quienes he colaborado gustosamente en varias ocasiones, e Historias Pulp, desde su concepción, me pareció que iba en esa línea, con el aliciente de que en la revista Historias Pulp se conjugan cine y literatura.

Tras cuatro números dedicados respectivamente a La Cosa, Alien, Predator y Phantasm, llegaba el turno de una película por la que siento especial predilección. Como digo, le tengo un cariño especial a El exorcista. Se trata de una rara avis que dignifica el terror. Desde la historia de William Peter Blatty al soberbio trabajo tras las cámaras de William Friedkin, todo funciona en especial en la primera entrega cinematográfica. Que una película de terror penetre en la memoria colectiva con la rotundidad con que lo hizo ésta debería darnos una idea del logro autoral.

Para mí El exorcista era poco más que una experiencia popular más, una serie de postales tantas veces homenajeadas y parodiadas que sentía parte de mi trasfondo cultural. Sin embargo, no tengo recuerdo claro de haberla visto hasta 2012, cuando la proyectaron en pantalla grande dentro de la experiencia Phenomena en una doble sesión junto a Tiburón. Sólo entonces, mientras disfrutaba de la película como había sido concebida para ser vista, caí en la red de una historia construida con un tempo maravilloso, con unos personajes escritos con mimo y un terror que late a lo largo de todo el metraje y nace de las emociones de sus protagonistas, no de sus cacareados efectos especiales. Creo que era la primera vez que fui consciente de que una buena historia de terror podía contarse con calma y con oficio.

Dados los motivos que me llevaron a participar, mi intención era poder colocar un relatito en el monográfico y tan contento. Cuando comencé a escribir mi relato, y tengo pensado explayarme sobre el proceso creativo del mismo en un post futuro, contacté con el equipo organizador para interesarme por el límite de extensión. Cuando me explicaron que no había límite supe que debía dar rienda a ese oficio y esa calma de la que hacía gala la película.

Por eso cuando ayer me anunciaron ganador del concurso, la sorpresa fue mayor. Casi había olvidado que estaba participando en la selección, y una parte de mí había empezado a restarle valor al relato enviado (de hecho, estaba planteándome cierta reescritura de todo el tramo final), por lo que la generosa valoración de Historias Pulp sobre mi escritura y sobre "Algo que escapa a toda lógica" ha sido el primer highlight de este raro 2021. Estoy deseando tener el ejemplar entre mis manos hasta el punto de que anoche me dieron las 2 de la mañana revisando y puliendo algunos errores de la versión primera que había enviado. Pronto más sobre esta historia.

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