9 de octubre de 2011

Granada siempre estuvo ahí


Recuerdo que, cuando me fui de Erasmus a Swansea, creé un álbum de fotos que se llamaba "Granada siempre estará ahí". Lo recuerdo con cierta nostalgia, para qué negarlo, las fotos de los primeros AMIGOS, de las noches que nunca se olvidarán, porque somos siete, porque somos mil, porque teníamos dieciocho y aprendíamos lecciones que nos han acompañado desde entonces. De aquellos días de inocencia y cruasanes poco queda, salvo fotos: hay cientos de fotos, miles de recuerdos, poesía cuando aún no éramos poetas, la constancia de que Granada había de cultivar buenas ramas.
Granada siempre estuvo ahí, incluso antes de los años de universitario, y siempre estará con su Alhambra, con sus tapas, con su Morente, con su eterno Federico. Yo ya amaba a Federico antes de ir a Granada. Luego trataba de respirar su aire, de caminar su casa, de observar los mismos atardeceres. Granada tendrá para mí varias etapas intercambiables.

LLEGADA. Primero de carrera, las primeras amistades, los primeros retos, cocinas enanas, sueños de gigante, los primeros conciertos, los vecinos locos, los kebabs más ricos, botellones en el frío, los suspensos, los cines.

TRANSICIÓN. Segundo de carrera, el piso más bonito, terraza a la Alhambra, división de grupo, videoclub, las parejas de, cumpleaños, sueños, viajes furtivos, cartas, la alegría más pura, Miriam, Julieta, Elena. Éramos el amor, y éramos felices.

INCERTIDUMBRE. Depresión, marihuana, vecinos italianos, gatos gordos, impertenencia, exámenes, miedo, vacío, caída, caída, caída, muerte.

ALGO HA CAMBIADO PARA SIEMPRE. Fueron dos años de cambios bruscos. Los cambios más duros, de hecho. Rehabilitación, Eleanor, clases, clases, médicos, heparina, sintrom, cumpleaños, deceso, recesión, Blanquita, miedo, normalidad.

REINVENCIÓN. Redescubrir Granada. Sus bares de tapas. Sus locales nocturnos. Erasmus borrachas, erasmus borrachos, felicidad, planes, futuro, gente a la que no olvido. Esto de volver a empezar no está tan mal. No, ni mucho menos.

2 comentarios:

  1. Ayer estuve en Granada! Una horita solo pa comer unas tapillas de vuelta de un viaje, pero es que me atraia tantoooo, que no podia pasar por al lado simplemente

    ResponderEliminar
  2. Demasiado. La nostalgia me abruma... me asusta...

    ResponderEliminar